Imaginate que eres de Beirut, de Rabat, de Estambul o de El Cairo. Nivel cultural medio. Pensamiento razonablemente laico. El domingo 12 de junio pones la tele, sintonizas Al-Yazzira y te muestra un reportaje desde la Romería de El Rocío y mas en concreto el momento en el que cientos o miles de rocieros empujándose, dando gritos, subidos unos encima de otros, para intentan llevar el paso de la Virgen y como resultado se rompe una de las varas de plata del palio y se tiene que suspender el acto. ¿Que pensarías?. Que estos católicos rocieros son unos fanáticos enloquecidos. Quizás otro día en la misma Al-Yazzira tengas la ocasión de escuchar lo que piensan muchos católicos occidentales de los musulmanes. ¿Pero hay alguna diferencia entre el espectáculo de El Rocío y el de los cientos de miles de musulmanes que en La Meca dan vueltas y vueltas alrededor de la Piedra Negra de la Kaaba? Sí, que estos últimos parecen mucho mas tranquilos y menos iluminados. Es inevitable: volvemos a Marx y aquello que dijo que la religión es el opio del pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario