La patronal CEOE no para. No satisfecha en meter sus narices en las pensiones, la sanidad, la política fiscal, la audiovisual y por supuesto las relaciones laborales, ahora ha entrado en el mundo de la educación, tema sencillo donde los haya. Y ha llegado a un interesantisimo descubrimiento. El éxito en el proceso educativo depende sobre todo de los genes del estudiante, trasmitidos por sus padres. El contexto social, económico, afectivo, de nivel cultural o de estructuración familiar o las condiciones y calidad del sistema educativo, de los medios, profesorado, etc. son cuestiones secundarias. Si el niño o la niña tienen buenos genes saldrán adelante, pase lo que pase a su alrededor Por contra si tiene malos genes, esa criatura lo tiene crudo, derecho al fracaso escolar. Pero esta revolucionaria teoría no se les ha ocurrido así como así, tiene truco. No hay mas que ver sus conclusiones. A partir de un determinado nivel de desarrollo del sistema educativo, como el que tiene nuestro país, ya no es necesario incrementar el gasto publico, es mas resulta ineficiente, no tiene valor añadido.¡Que bien! habrán pensado todos los presidentes de las Comunidades Autónomas del PP, ¡ya podemos ahorrar tranquilamente en los presupuestos de educacion, para no caer en la ineficiencia!. ¡Lo importante es que haya muchos genes listos y pocos tontos!. El presidente de CEOE, en un arranque de sinceridad, ha reconocido que esta era una teoría políticamente incorrecta y que iba generar mucha polémica. Razón no le falta. De ahí a decir que las chicas no merece la pena que estudien porque tienen los genes mas atolondrados no hay mas que un paso.
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