Estamos aun muy lejos de las elecciones
generales de nuestro país y en el tiempo que falta pueden suceder muchas cosas
que alteren la opinión de la ciudadanía
en muy diverso sentido, desde su participación o abstención hasta la opción a
la que votar. Por ello hay que ser extremadamente cauteloso a la hora de
analizar los sondeos, aun y así hay algunos indicios sobre los que merece la
pena reflexionar.
El mas destacado es el “suelo” tan sólido
que tiene el Partido Popular. Tras dos años de una dura política de ajustes y
recortes sociales y de otras medidas de carácter regresivo en materia de
derechos sociales y civiles, pierde votantes, pero sigue siendo sin ninguna
duda el mas votado, lo que refleja que hay mucha, mucha gente en España que se
siente, en mayor o menor medida, identificada con el PP. A lo que hay que
añadir que en estos momentos y con la que esta cayendo, puede haber una voto
oculto, vergonzante, al PP, que en las encuestas no se define (abstención o que
dice que no sabe a quien va a votar), pero que el día de las elecciones
deposita la papeleta sin equivocarse.
En segundo lugar, parece también
evidente que el PSOE empieza lentamente a recuperarse y que en la medida que
resuelva el imprescindible cambio de líder y
equipo dirigente, haga un esfuerzo por arreglar el lío que tiene en
Cataluña y consiga hacer creíble el giro a posiciones mas progresistas, esa recuperación
podría acentuarse.
Por tanto, los que proclaman el fin del
bipartidismo, deberían ser más cautos. Nos podemos encontrar con un
bipartidismo corregido o debilitado, pero bipartidismo al fin y al cabo. El
titular del periódico “El País”, que nunca da puntada sin hilo, ya esta
lanzando el mensaje de un futuro Parlamento ingobernable si se mantiene la fragmentación
del voto; en otras palabras, ya esta llamando al voto útil. Pero, además, no
podemos olvidar que con la actual ley electoral las opciones minoritarias,
salvo los nacionalistas, están severamente castigadas. Tanto IU como UPyD, están
prácticamente vetadas en Extremadura, Castilla León, Castilla La Mancha,
Canarias, Baleares, Murcia, Cantabria, La Rioja, Navarra y País Vasco y solo
pueden sacar cabeza en coalición en Galicia y Aragón.
Por ello, aunque el ascenso de UPyD y
sobre todo de IU es muy importante, esta frenado por la ley electoral. IU tan
solo puede aspirar a emular o mejorar algo los resultados del PCE en 1977 y
1979, afianzándose en Andalucía, Madrid, Asturias y País Valenciano y por
supuesto ICV en Cataluña.
En este sentido, llaman la atención los
buenos resultados de IU en Andalucía, que se pueden vincular a la acertada
apuesta por el gobierno de coalición con el PSOE y los resultados que esta
consiguiendo, reconocidos y valorados por el electorado de izquierdas andaluz.
Por el contrario, los resultados en Madrid de IU, aunque es evidente el
crecimiento, no se corresponden con las enormes y continuas movilizaciones
sociales y reflejan el debilísimo liderazgo que tiene IU en Madrid. Algo
similar se podría decir de Asturias y País Valenciano. En cuanto a Cataluña, el
discurso y la práctica racional y razonable de ICV, no encuentra suficiente
respuesta en un terreno de juego totalmente manipulado y alterado por el
discurso nacionalista, que se come todo y muy en especial la dialéctica
izquierda/derecha.
El posible retroceso de Amaiur, a
diferencia del crecimiento de ERC, puede relacionarse con los magros resultados
de su gestión política municipal y con la hábil política de Urkullu y el PNV,
que están sabiendo nadar y guardar la ropa entre el electorado centrista y
nacionalista.
Así que el panorama esta complicado para
quienes queremos cambiar las políticas de la derecha. Por ello tendríamos que
empezar a pensar en algo que a la izquierda nos chirría mucho, machismo, pero
que sobre lo que antes o después, nos guste poco o nada, tendremos que pensar.
Me refiero a UPyD. Hay que empezar a trabajar para que UPyD no le de el
gobierno al PP y por el contrario apoye, de una u otra forma, por activa o
pasiva, a una coalición de izquierdas. Difícil, pero no imposible.
Sé que a muchos les puede escocer
siquiera hablar con UPyD. Sinceramente prefiero de lejos atraer a UPyD, a que
le den otros cuatro años de gobierno al PP. Porque el PP, con sus políticas
recentralizadoras, va a tener difícil pactar con PNV y CIU, aunque llegada la
necesidad lo intentara y vaya que lo intentara, pero antes buscara la ayuda de
UPyD.
Lo he escrito en otros post e insistiré
lo que haga falta. La próxima legislatura, la de la gestión de la salida de la
crisis y el reparto de las consecuencias, va a ser muy dura, gobierne la
izquierda o la derecha. La gran diferencia son los horizontes hacia los que
avanzar: la política fiscal y la redistribución de la renta, el avance en la
igualdad o desigualdad, qué reforma hacemos del Estado, qué modelo de Bienestar
Social, qué derechos civiles….No podemos permitirnos otros cuatro años del PP.
Pero construir la alternativa no es nada fácil.
El PSOE tiene que consolidar su cambio político
y realizar su cambio de liderazgo.
IU-ICV tiene que ser capaz de aglutinar con realismo y con espíritu
unitario lo máximo que pueda de los nuevos movimientos sociales, sin caer en el
fácil discurso antisistema. Y ambos tienen que alejar a UPyD del PP. Tenemos
trabajo.
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