lunes, 23 de diciembre de 2013

EL PP ABANDONA EL CENTRO POLITICO


Treinta y seis años de democracia nos han demostrado que en España no se puede gobernar sin el apoyo del electorado centrista. Esto lo entendió muy bien Felipe González tras sus derrotas electorales en 1977 y 1979. También el propio Aznar en 1996, después de su derrota en 1993.

Sin embargo en estos momentos el Partido Popular parece abandonar cualquier imagen de centro derecha y se esta situando cada día mas escorado a la derecha.

Es posible que sus sistemáticas y reiteradas medidas neoliberales en el ámbito de la política económica y sus recortes en materia de bienestar social, hasta hora no hayan hecho excesiva mella, al menos en la medida de lo que se podría esperar,  en el electorado del centro-derecha, que podría considerar que el gobierno no tenia mas remedio que hacer lo que ha hecho, por imposición de los mercados y de la Unión Europea. Sobre todo cuando desde la izquierda o no se han ofrecido alternativas claras y concretas o las que se han hecho no han ido acompañadas de una credibilidad suficiente de quien las proponían, por su actuación pasada o porque simplemente resultan políticos poco fiables.

Al parecer el PP estaría interpretando que su relativa caída electoral se estaba produciendo por su derecha y no por el centro. Y han decidido girar rotundamente hacia la recuperación de ese electorado derechista.

La ley de reforma educativa, el proyecto de ley de seguridad ciudadana, los gestos de rechazo de la sentencia del Tribunal Europeo sobre la “doctrina Parot”, el inmovilismo absoluto en relación al proceso de pacificación en el País Vasco, la parálisis total ante el desafío independentista de Artur Mas y ahora el proyecto de ley de aborto, son un cúmulo creciente de iniciativas cada vez mas a la derecha.

Es un giro que resulta nefasto para la ciudadanía española, ya que va acumulando o contrarreformas involutivas que en el futuro habrá que volver a cambiar o intensificando graves problemas de cada vez mas difícil solución, como es el caso del independentismo, con los que tendrán que apechar los futuros gobiernos. Pero no solo Rajoy esta generando problemas, es que con esa política tan reaccionaria esta propiciando su derrota electoral.

Podría pensarse que con la modesta recuperación económica que esperan para los próximos meses, unida a la reforma fiscal neoliberal que están preparando  y a una hipotética recuperación del crédito bancario, se podrá generar una imagen de salida de la crisis y una recuperación de su electorado de las clases medias.

¿Pero que explicación van a dar a su electorado centrista con el proyecto de ley de aborto, o con el de la seguridad ciudadana o con la incapacidad para mover ficha en el País Vasco y Cataluña? Y encima ni siquiera se van a poder escudar en la ejemplaridad de su actuación, con el barro de fraude y corrupción que les invade.

Que el PP abandone el centro es una buena oportunidad para que lo recupere la izquierda y mas en concreto el PSOE. Pero para ello tienen que lograr dos cosas. Ser muy claros en las propuestas alternativas y generar confianza sobre quiénes las llevarían a acabo.

En relación a lo primero, algunos pasos han empezado a dar. Su oposición rotunda en relación a la reforma educativa, del proyecto de ley de seguridad ciudadana, o en relación al aborto, e incluso a la reforma laboral o a la reforma de las pensiones, parece clara. Más imprecisa resulta su posición en materia fiscal y desde luego su propuesta de Estado Federal es todavía muy confusa. Pero sobre todo a estas alturas resulta inaceptable que se mantengan actitudes de trapicheo con el PP y CIU, como ha sucedido con la designación del nuevo Consejo del Poder Judicial, donde han reaparecido todos los vicios maniobreros a los que nos tenían acostumbrados la derecha y la izquierda judicial.
   
En segundo lugar, al margen de cuando se materialicen las primarias del PSOE, es imprescindible que desde ya quede claro que el actual equipo dirigente del PSOE y en particular su Secretario General, se marchan, dando paso a una autentica y profunda renovación. Tienen que anunciarlo ya. Es el mejor servicio que pueden hacer a su partido y a la izquierda española.

El centro se puede recuperar para una alternativa progresista si se hacen las cosas bien, de lo contrario o se quedará en casa o peor aun, muchos volverán a votar al PP. Ahora si están claras, muy claras, las diferencias entre una opción de izquierdas y una de derechas. Ahora es posible derrotar en las urnas al PP. Hagámoslo bien.



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