88’8 millones de euros (aproximadamente 14.700 millones de pesetas) dan
para mucho. P.e ejemplo para pagar durante un año las rentas mínimas de
inclusión de Andalucía y Castilla León juntas. O para pagar casi toda la
aportación que hacia la Administración General del Estado, antes de los
recortes de los últimos 3 años, al Plan Concertado de Servicios Sociales. O
para pagar durante 20 años la pensión media de jubilación de 277 hombres
pensionistas. O para pagar durante 20 años la pensión de jubilación media de
325 mujeres pensionistas. O para pagar durante un año la prestación económica de
16.754 cuidadores familiares de personas
con el máximo grado de dependencia.
Sí, efectivamente 88’8 millones de euros da para mucho, si es que se
quieren aprovechar bien. No se la elasticidad que tendrá para llevar una vida
de ricachón. A lo mejor solo da para vivir mirando el euro y sin excesos. Me
acuerdo de la pobre Esperanza Aguirre que tenia problemas para llegar a fin de
mes.
Lo de la pensión de Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado
del Banco de Santander, se presta a hacer demagogia y de verdad que no es esa
mi intención. Tan solo tres apostillas.
La primera. Se marcha enmarañado en un procedimiento penal y
administrativo, del que fue indultado por el gobierno de Rodríguez Zapatero, actuación
que después fue revocada parcialmente por el Tribunal Supremo. En otras
palabras, aunque su gestión haya reportado ingentes beneficios económicos al
Banco Santander, tampoco se puede decir de él que sea un modelo de profesional
con una trayectoria intachable.
La segunda. En estas mismas semanas el Banco Santander ha culminado un
nuevo ERE, que se añade a un largo e intenso proceso de reducción de sus
plantillas en los últimos años y aunque han sido Eres negociados con los
sindicatos, al fin y al cabo son trabajadores que se van a la calle. La
indemnización acordada es de 50 días por año, con un máximo de 42
mensualidades. A Alfredo Sáenz, con 19 años en la empresa, le han dado 4’6
millones de euros por año. La comparación salta a la vista.
La tercera. El generoso jefe de Alfredo Sáenz, D. Emilio Botín
Presidente del Banco, no desaprovecha
ocasión para reclamar al gobierno de turno la reforma del sistema de pensiones,
porque considera que es incompatible con el armónico desarrollo de la economía
española, olvidando que la pensión media de jubilación de los hombres es de 1.143
euros y de las mujeres 975 euros. Esa insana obsesión de Botín con las
pensiones de la población española, esta lógicamente muy ligada a su directo interés
en que prosperen los Seguros de Pensiones Privados, que en su opinión no tienen
el desarrollo previsto por culpa del sistema publico de la Seguridad Social.
En medio de esta crisis que estamos viviendo, de la que la Banca tiene una
indudable responsabilidad y a la que toda la ciudadanía española y europea esta
prestando financiación para su saneamiento, hay que tener un poco de ética y
algo de estética. El Banco de Santander no ha tenido ni lo uno ni lo otro.
Hasta el propio Rafael Hernando, uno de los portavoces del PP en el Congreso de
los Diputados que no se caracteriza precisamente por su progresismo, ha
calificado de “escandalosa” esta pensión.
Los 88’8 millones de la pensión quizás ya no tenga marcha atrás, pero
al menos la Inspección de Hacienda debería fijarse como un objetivo mirar con
lupa la declaración de los próximos años del Sr. Sáenz, no vaya también a hacer
ingeniería financiera y eluda sus responsabilidades fiscales.
Y a todo esto ¿que pensara Rodríguez Zapatero de aquel indulto cuando
ya había perdido las elecciones?
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