jueves, 2 de mayo de 2013

HAY PENSIONES Y PENSIONES





88’8 millones de euros (aproximadamente 14.700 millones de pesetas) dan para mucho. P.e ejemplo para pagar durante un año las rentas mínimas de inclusión de Andalucía y Castilla León juntas. O para pagar casi toda la aportación que hacia la Administración General del Estado, antes de los recortes de los últimos 3 años, al Plan Concertado de Servicios Sociales. O para pagar durante 20 años la pensión media de jubilación de 277 hombres pensionistas. O para pagar durante 20 años la pensión de jubilación media de 325 mujeres pensionistas. O para pagar durante un año la prestación económica de 16.754  cuidadores familiares de personas con el máximo grado de dependencia.

Sí, efectivamente 88’8 millones de euros da para mucho, si es que se quieren aprovechar bien. No se la elasticidad que tendrá para llevar una vida de ricachón. A lo mejor solo da para vivir mirando el euro y sin excesos. Me acuerdo de la pobre Esperanza Aguirre que tenia problemas para llegar a fin de mes.

Lo de la pensión de Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado del Banco de Santander, se presta a hacer demagogia y de verdad que no es esa mi intención. Tan solo tres apostillas.

La primera. Se marcha enmarañado en un procedimiento penal y administrativo, del que fue indultado por el gobierno de Rodríguez Zapatero, actuación que después fue revocada parcialmente por el Tribunal Supremo. En otras palabras, aunque su gestión haya reportado ingentes beneficios económicos al Banco Santander, tampoco se puede decir de él que sea un modelo de profesional con una trayectoria intachable.

La segunda. En estas mismas semanas el Banco Santander ha culminado un nuevo ERE, que se añade a un largo e intenso proceso de reducción de sus plantillas en los últimos años y aunque han sido Eres negociados con los sindicatos, al fin y al cabo son trabajadores que se van a la calle. La indemnización acordada es de 50 días por año, con un máximo de 42 mensualidades. A Alfredo Sáenz, con 19 años en la empresa, le han dado 4’6 millones de euros por año. La comparación salta a la vista.

La tercera. El generoso jefe de Alfredo Sáenz, D. Emilio Botín Presidente del Banco,  no desaprovecha ocasión para reclamar al gobierno de turno la reforma del sistema de pensiones, porque considera que es incompatible con el armónico desarrollo de la economía española, olvidando que la pensión media de jubilación de los hombres es de 1.143 euros y de las mujeres 975 euros. Esa insana obsesión de Botín con las pensiones de la población española, esta lógicamente muy ligada a su directo interés en que prosperen los Seguros de Pensiones Privados, que en su opinión no tienen el desarrollo previsto por culpa del sistema publico de la Seguridad Social.

En medio de esta crisis que estamos viviendo, de la que la Banca tiene una indudable responsabilidad y a la que toda la ciudadanía española y europea esta prestando financiación para su saneamiento, hay que tener un poco de ética y algo de estética. El Banco de Santander no ha tenido ni lo uno ni lo otro. Hasta el propio Rafael Hernando, uno de los portavoces del PP en el Congreso de los Diputados que no se caracteriza precisamente por su progresismo, ha calificado de “escandalosa” esta pensión.

Los 88’8 millones de la pensión quizás ya no tenga marcha atrás, pero al menos la Inspección de Hacienda debería fijarse como un objetivo mirar con lupa la declaración de los próximos años del Sr. Sáenz, no vaya también a hacer ingeniería financiera y eluda sus responsabilidades fiscales.

Y a todo esto ¿que pensara Rodríguez Zapatero de aquel indulto cuando ya había perdido las elecciones?  


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