Se acercan las fiestas de Navidad. Acabamos un año duro. Con demasiadas
malas noticias. Hoy mismo un asesinato múltiple en un colegio norteamericano.
No es fácil cambiar el chip, aunque las calles estén llenas de luces de
colores. Así que propongo una descompresión paulatina. Dos películas para
disfrutar, pensar e incluso reírse, eso sí políticas, pero excelente cine: “La
parte de los Ángeles” de Ken Loach y “Le capital” de Costa-Gavras.
Dos directores de la misma generación, cercanos ya a los 80 años, con
una sólida trayectoria, que aun siguen en activo, con una formidable
creatividad y que aunque no son muy taquilleros, afortunadamente sus películas
llegan con regularidad a nuestro país.
La primera vez que oí hablar de Loach fue a mi compañero de despacho, Jesús
García Varela, que a principios de los años 70 en un viaje a Inglaterra había
visto “Family life” y había venido entusiasmado con ella. La estrenaron en
España en cines de arte y ensayo años después y no me entusiasmo. Paso mucho
tiempo para que volviera a ver cine de este director ingles. Y excepto “Tierra
y Libertad” de la que me cabreo profundamente su visión de la guerra civil
española totalmente anti PCE muy en la línea de Orwell, del POUM y de la CNT,
el resto de sus películas me han gustado, muy en especial “Agenda oculta”.
Aunque también he de decir que he sufrido lo indecible con algunas de ellas,
sobre todo con la tremenda “Ladybird, ladybird”.
En los últimos años Loach ha ido introduciendo paulatinamente ciertas
dosis de humor que han rebajado la brutal tensión a la que somete a sus
espectadores. Lo hizo con “Felices 16” y “Buscando a Eric” y ahora lo acentúa
con esta “De parte de los Ángeles”. Es una película que aúna crítica social
sobre la situación de paro y marginación de los jóvenes ingleses de clase
obrera, burla inteligente de los exquisitos gourmets del whisky y enorme dosis
de humor vitalista y encima el final es moderadamente optimista. Todo ello
acompañado de unos magníficos interpretes, la mayoría de los cuales son
debutantes y aderezado con una fantástica canción del grupo “The Proclaimers”.
Costa-Gravas fue un director mítico de la izquierda de los años 70. Sus
primeras películas estuvieron prohibidísimas en nuestro país hasta la llegada a
la democracia. Cuando en 1973 hicimos un viaje a Paris mi hermana Charo, Javier
Sauquillo y Lola González Ruiz, la primera película que fuimos a ver, de una
larga e intensa lista que teníamos pendiente, fue precisamente “Z”, su segunda película.
Costa-Gavras no solo es un director de cine con un claro compromiso político
de izquierdas, sino que además es un gran cineasta, que consigue mantener la
atención del espectador con un cine brillante y trepidante, heredero del gran
cine de acción norteamericano, con hitos
tan formidables como “Estado de sitio”, “La confesión”, “Missing” o ya a
finales de los años 80 las magnificas “El sendero de la traición” o “La caja de
música”.
“Le capital”, es una peli sobre lo que esta pasando ahora mismo en el
mundo del capitalismo especulativo. En la línea de “Margin Call”, pero con más trama
cinematográfica, sigue las andanzas de un tiburón financiero y las luchas entre
los diversos intereses del capital internacional. La película, con un reparto
igualmente brillante, y rodada en un estilo próximo a los thriller más
modernos, mantiene el interés constante. Y como se suele decir entretiene,
informa y hace pensar. Únicamente me parece que le sobra absolutamente la histriónica
escena final y quizás se le va la mano en el affaire entre el banquero
protagonista y una puta de extralujo, que a mi me parece poco creíble, aunque
vaya a Ud. saber…. En todo caso, dos cuestiones secundarias que no empañan una
buena película.
Así que recomiendo que vayáis a verlas. Y tiempo habrá de disfrutar con
otro cine y otras diversiones más ligeras en las próximas semanas.
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