Según se acerca el 14 de noviembre, parecen cada día más evidentes las
razones para realizar una Huelga General. Las diversas encuestas así lo
expresan. Pero también reflejan que mucha gente piensa que no va a servir para
nada o se pregunta por la utilidad de la huelga. ¿Merece la pena arriesgarse?
¿Qué se va a conseguir, mas allá de dejar patente la disconformidad con las políticas
económicas y sociales que se están haciendo? En definitiva ¿para que voy a
hacer huelga?
Es una pregunta legítima, que requiere proponer una contestación.
En mi opinión no se hace la huelga para demostrar lo cabreados que
estamos o para darle en los morros a Rajoy cuando dice que tiene con el a la mayoría
silenciosa. Una Huelga General es una iniciativa suficientemente seria y grave
como para reducirla a una cuestión de vísceras. Por lo menos esa no debería ser
la motivación de los sindicatos, cuya finalidad es defender y mejorar los
derechos de la clase trabajadora.
Se debe hacer la huelga para conseguir abrir una negociación con los
gobiernos, el de España y los de las Comunidades Autónomas. Hay que sentar a
los gobiernos a negociar la política económica y social. Lo que se conoce como
“concertación social”, la negociación entre sindicatos, patronal y gobierno,
que ha caracterizado durante años a nuestro país, y que ha dado buenos
resultados para los trabajadores y trabajadoras, contribuyendo de manera clara
a impulsar las políticas de bienestar social. La ruptura de la concertación
solo nos ha traído retrocesos. Y no es cierto lo que dice el presidente de la
CEOE que los sindicatos no han hecho propuestas y las seguirán haciendo, las
han hecho, cuestión distinta es que no les gusten a los empresarios.
Con un gobierno con mayoría absoluta y una oposición muy debilitada,
conseguir que Rajoy negocie con los sindicatos no va a ser nada fácil. Desde
que esta en la Presidencia no ha adquirido la costumbre de hacerlo. De ahí la
importancia de que la Huelga General sea un éxito.
Si lo es, tendrán que abrir una negociación, porque el gobierno tampoco
puede pasarse toda una legislatura con bronca. Saben perfectamente lo que esa
actitud desgasto a Rodríguez Zapatero en la segunda legislatura y conocen el
deterioro que ellos mismos han sufrido en menos de un año de gobierno. Pero
como la Huelga no sea un éxito, nos podemos ir preparando. Ni negociación, ni
consideración. Más y más de lo mismo.
Lo he dicho en otro post. La huelga es un durísimo sacrificio y un
evidente riesgo para muchísima gente. Por eso no debe ser en balde, debe dar resultados.
Primero frenar nuevas iniciativas negativas y a partir del día 15 de noviembre
lograr que se sienten a negociar. Hemos tenido precedentes con las
movilizaciones de la enseñanza y de los desahucios. El Ministro Wert por el
momento ha detenido la reforma. Y el gobierno esta negociando un cambio
legislativo en materia de hipotecas.
Las cosas pueden cambiar. No es irremediable seguir perdiendo derechos.
La Huelga General puede ser la llave que abra ese cambio. Como siempre han
hecho los sindicatos: luchar para negociar.
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