jueves, 22 de mayo de 2014

EL VOTO UTIL A IZQUIERDA UNIDA




No tengo la menor duda. El próximo domingo 25 de mayo mi voto será para Izquierda Unida. No será un voto por disciplina y coherencia de partido, sino por pleno convencimiento.

Cualquiera que siga mi blog o lo haya leído ocasionalmente, habrá comprobado que no comparto bastantes aspectos del programa y la practica de Izquierda Unida, tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Pero no es cuestión de ir buscando los desacuerdos, sino de resaltar los acuerdos. Después de 46 años de militancia diversa, me aburre y no soporto la obsesión que tienen muchos en la izquierda por la ortodoxia, la corrección, los puntos y comas y la letra pequeña, que es el mejor camino para la dispersión y la fragmentación; algo que la derecha en nuestro país siempre ha tenido muy claro que había que evitar.

Es evidente que por esa regla de tres podría votar a EQUO, a “Podemos”, o incluso a la Plataforma “Recortes Cero”. Sin duda hay muchas cosas en las que cualquier persona progresista coincidiría con ellos. Y por supuesto podría votar al PSOE, a pesar de los pesares y de los disgustos que nos ha dado.

Pero he llegado a la conclusión de que el voto más útil de la izquierda es el voto a IU. Por varias razones.

La nueva etapa que se abre en la Unión Europea va a ser decisiva y muy difícil. Va a exigir firmeza y claridad de ideas. La mayoría de escaños del espectro progresista, incluyendo en ese espacio a los Partidos Verdes, va a ser de la socialdemocracia y es fundamental que los partidos socialistas europeos sientan en su espalda, la presión, el empuje y el aliento de la izquierda que representa Alexis Tsipras. Sin esa fuerte presencia de la izquierda alternativa, Martín Schulz y la socialdemocracia podrían flaquear cuando tengan que tomar decisiones comprometidas.

La alianza progresista que necesitamos en Europa requiere gente dispuesta a tirar hacia delante y no dudo que haya muchos socialistas que están en esa dinámica, como también muchos diputados verdes, pero sin la contundencia de la gente como Izquierda Unida, los riesgos de permisividad con los grandes poderes económicos serán mucho mayores. Si los socialistas europeos ven en el Parlamento de Estrasburgo un numeroso grupo de la izquierda transformadora serán más decididos y audaces, que si se encuentran con un puñadito de diputados. Los propios sindicatos europeos son los más interesados de que se produzca un cierto reequilibrio en la izquierda europea, para contrarrestar las posiciones centristas y ambiguas de Hollande en Francia, de Renzi en Italia  o del SPD alemán.

Cuestión distinta es que habrá que trabajar y duro, para que a partir del día 26 los de la izquierda alternativa se alejen del discurso sectario, que hasta puede ser comprensible en el ardor de la campaña electoral, y tengan la inteligencia y la cintura política para pactar con los socialistas y con los verdes. Y por supuesto también habrá que limar la prepotencia que a menudo ostentan algunos socialistas.

Un voto útil, por tanto, en clave europeo. Pero también de cara al interno de nuestro país.

Después de tres años de constantes y amplias movilizaciones sociales, sería desastroso y peligroso que la izquierda no saliera bien reforzada en estas elecciones. Sobre todo la izquierda que más ha estado en las movilizaciones. Que ganase otra vez la derecha sería interpretado por el PP como un aval a su política. Tiene que empezar a cambiar la correlación de fuerzas políticas en España y en ese cambio es igualmente necesario un mayor reequilibrio de la izquierda. Los socialistas de cara a los complicados procesos de renovación que tienen por delante deben recibir el mensaje de un notable crecimiento de IU. Lo contrario podría enfriar los ánimos de renovación de su equipo dirigente y de su política; mas de uno (y muy importante) podría pensar que lo peor ya ha pasado y que para que arriesgar cambiando.

Por tanto recado al PP y recado al PSOE.

Y el ultimo efecto de ese voto útil a IU estaría dirigido a los amig@s y compañer@s de Equo, Podemos, Recortes Cero, 15-M en general, etc. Ya sé y lo he escrito, que IU no ha estado muy fina a la hora de ofrecer un dialogo y una propuesta de candidatura compartida de toda la izquierda alternativa. Los cabezas de lista de Equo y Podemos, podrían haber estado perfectamente entre los cinco primeros de la lista de IU, pero prevalecieron intereses de reparto de poder interno; deberían haberlo hecho mejor. Aunque nadie nos chupamos el dedo y también ha habido interés por las otras partes para “medir fuerzas” y “contar apoyos”, de cara a futuras negociaciones. Han preferido ser cabeza de ratón a cola de león.

Comprendo que haya quien se moleste por esta opinión, pero la dispersión del voto de la izquierda alternativa ahora y en el futuro no favorece a los intereses de la ciudadanía progresista. Sin duda los candidatos de Equo y Podemos  harían o harán un buen papel en Estrasburgo. Pero hay que pensar con visión estratégica, dividir el espacio a la izquierda del PSOE, debilita en lugar de reforzar. Eso sí, IU a partir del 26 de mayo debe trazar un camino de convergencia real y no de meras buenas palabras y gestos para la galería.


En definitiva, mi voto útil consciente es para IU, pensando en el hoy y en el mañana, en Europa y en España.

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