lunes, 23 de septiembre de 2013

PACTO PNV-PSE EN EL PAIS VASCO: UN EJEMPLO


Tengo buena opinión del actual Lendakari vasco, Iñigo Urkullu. Las tres o cuatro veces que le he oído me ha parecido un político con ideas claras, algunas de las cuales  no comparto, una persona seria, nada demagogo y muy normal. Patxi López, aunque a veces no le favorece un cierto tono chuleta, creo que es un político sólido, que ha ido madurando con su paso por el gobierno del País Vasco y que tiene claras raíces socialdemócratas.

Ambos políticos y sus partidos han sido capaces de ponerse de acuerdo en un pacto económico y social para impulsar la recuperación económica del País Vasco en los próximos años. Es una excelente noticia, en unos tiempos en los que abunda la bronca entre los grupos políticos y a la que no se le ha dado el relieve que sin duda tiene.

Es cierto que hay una larga tradición de colaboración entre el PNV y el Partido Socialista Vasco, que con sus más y sus menos se remonta a los años de la II Republica. También es verdad que al PNV se encuentra en minoría parlamentaria y necesitaba de manera clara reforzar su estabilidad gubernamental y con este Pacto se garantiza que durante el resto de la legislatura no tendrá sobresaltos importantes.

Aun y así es muy significativo que en este Pacto se acuerden medidas concretas que en algunos aspectos suponen forzar el ideario político del PNV hace una concepción mas progresista en materia fiscal o de intervención en la vida económica. En otras palabras es un acuerdo para hacer una política moderadamente socialdemócrata. También es relevante el compromiso de reformar el diseño político-administrativo de la Comunidad Autónoma, incluyendo el papel de las Diputaciones Forales, ¡casi nada!, lo que muy posiblemente genere fricciones importantes, por razones diametralmente opuestas, con Bildu y con el PP.

Tan importante o mas que el contenido, es el gesto político de que, en un momento en que el nacionalismo conservador catalán esta pisando el acelerador (mas allá de lo que pueda estar negociando por debajo de la mesa con el gobierno de Rajoy), el nacionalismo vasco decida ir por otro camino. El PNV salio muy escaldado de la etapa de nacionalismo exacerbado de Ibarretxe, que a la postre a quien más benefició fue a la izquierda abertzale. Urkullu, a diferencia de Artur Mas, no parece querer competir con su izquierda nacionalista y prefiere gobernar responsablemente y sacar al País Vasco de la crisis, también a diferencia de CIU que solo quiere reforzar los aspectos identitarios para camuflar su radical política de recortes neoliberales. Es una sabia opción la de Urkullu, que le va a permitir mantener un espacio centrista en el electorado vasco, marcando claras distancias con Bildu por un lado y el PP por otro.

Por su parte Patxi López ha hecho un ejercicio de responsabilidad política, pasando página a las duras críticas que recibió del PNV cuando él gobernaba, también en precario.

Este acuerdo político nos hace recordar el gobierno de coalición que mantuvieron los socialista y los nacionalistas vascos hace mas de 25 años, que si bien favoreció mas al PNV que al PSE, permitió la gobernanza y el avance en las políticas sociales del País Vasco, en una etapa  caracterizada por la brutales acometidas del terrorismo de ETA.

El Pacto PNV-PSE, que no supone ni un cheque en blanco al Gobierno Vasco ni dejar de lado la critica constructiva al conjunto de sus políticas y seguramente tendrá momentos de tensión en su aplicación, en todo caso debería ser un ejemplo a tener en cuenta como modelo de relación civilizada y democrática entre las fuerzas parlamentarias, algo muy lejos de la realidad que se respira en las Cortes Españolas.



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