No he votado a PODEMOS, no estoy de
acuerdo con la mayoría de sus propuestas, no estoy deslumbrado por su líder.
Por ello creo estar legitimado para decir que no comparto en absoluto la demonización
a la que están siendo sometidos según va pasando el tiempo desde las elecciones
del 25 de mayo, desde la derecha y también desde sectores de la izquierda.
Después de la sorpresa de los resultados
electorales, muchos han pasado del amor al odio y otros del desconocimiento a
la desconfianza. También hay quienes han visto sus barbas puestas a remojar y
se aprestan ingenuamente a fagocitarlos. Como hay los que, con profundas raíces
de submarinismo trotskista, se las han prometido muy felices creyendo que ¡por
fin! han encontrado terreno fértil donde prosperar.
Y luego están algunos “expertos” en
materia electoral, que o bien les llaman “frikies” o los consideran flor de un día.
Creo que hay demasiado oportunismo y/o
frivolidad en el tratamiento del fenómeno PODEMOS y que al menos en la
izquierda deberíamos intentar analizar con un mínimo de rigor y seriedad.
Lo primero que me gustaría resaltar es
lo inapropiado de las críticas que se están produciendo por su accidentada
trayectoria de las últimas semanas. Por ello no esta de mas recordar que el
Partido Comunista de España, fundado en 1921 fue durante mas de 10 años
prácticamente un grupúsculo y hasta 1935, con la inestimable ayuda de la III Internacional , no empezó a
tomar tierra en la compleja realidad de la
II Republica. El PSOE, fundado en 1879,
tardo 10 años en hacer su primer Congreso y nada menos que 31 en obtener
diputados. Por no hablar de la irregular trayectoria de organizaciones de la
izquierda nacionalista como ERC o el Bloque Nacionalista Gallego. Y por
supuesto por no hacer mención al estado comatoso del actual PSC. Todo ello refiriéndonos
tan solo al campo de la izquierda.
Así que no creo que nadie este en
condiciones de exigir a PODEMOS que en unos pocos meses recorran un camino que
todos los demás han tardado años en transitar.
En segundo lugar, me llama la atención
las objeciones de inmadurez, de personalismo, etc. que se hacen al actual joven
equipo dirigente de PODEMOS, al que incluso el Profesor Elorza compara, en un increíble
articulo de El País, con los neonazis de la película alemana “La Ola ”. ¿Nos hemos olvidado de las escabechinas
que nos hicimos los comunistas entre nosotros mismos entre 1979 y 1985? ¿O la
maniobra de Felipe González con su falsa renuncia en el XXVIII Congreso de mayo
de 1979 y su vuelta triunfal a los ruedos cuatro meses después? ¿O la famosa
frase de Guerra, “quien se mueve no sale en la foto”? Por no volver al
socorrido tema del PSC, donde se presenta un candidato a Secretario General
casi a rastras, porque nadie quiere serlo. Que nadie de lecciones a PODEMOS.
También se les esta reprochando a la cúpula
de PODEMOS su origen de politólogos universitarios, que se han puesto a
experimentar sus conocimientos teóricos y que carecen de cualquier experiencia
de gestión. Y yo recordaría el perfil del primer gobierno de Felipe González,
la mayoría profesionales del derecho o con trayectoria universitaria a menudo
fuera de España y sin ninguna experiencia gestora y sin embargo tuvieron que apechugar nada mas llegar con el
golpismo, la reconversión industrial o el referéndum de la OTAN y los tres retos los
ganaron, contra todo pronostico.
Por ultimo, se les acusa de tener financiación del chavismo. No lo sé ni me importa, pero todas, todas, las fuerzas políticas por decencia deberían no usar este escabroso argumento, porque tienen mucho que ocultar al respecto.
Hay que darles un margen de confianza a
PODEMOS, para que se organicen, para que decanten sus propuestas tan genéricas
y magmáticas, para que se curtan en los recovecos de Bruselas y Estrasburgo,
para que tracen sus políticas de alianzas, para que canalicen las demandas de
unas bases tan heterogéneas, para que perfilen un nuevo modelo de participación
política….
No lo van a tener nada fácil. Porque además
les rodearan tiburones, dentro y fuera, que querrán o apoderarse de ellos, o
engullirles o destrozarles. Por lo pronto han dado muestras de cierta cintura política,
como reflejan algunos rebobines de algunos de sus dirigentes que se cabrearon
con portavoces críticos de los Círculos o como demuestra la interesante
entrevista a Pablo Iglesias en El País, con unos respuestas muy matizadas en
temas difíciles para ellos.
Así que vamos a esperar a ver que pasa y
no hagamos pronósticos precipitados en ninguna dirección, por que serían carentes,
hoy por hoy, de rigor.
En todo caso, insisto, sintiéndome lejos
de ellos, creo que sería un error de la política española apostar por su
fracaso. Por el contrario, sin paternalismos condescendientes, también sin
concesiones ni adulaciones demagógicas y menos aun buscando “abrazos de oso”,
esperemos y deseemos que cumplan un papel positivo para revitalizar las
practicas políticas de nuestro país, para acercar a nuevas generaciones y a
gente desencantada a la vida política. Sería un inmenso servicio que rendirían
a la democracia española.
Dejémonos, por tanto, de demonizar o de
manipular y relacionémonos con PODEMOS con madurez política, debatamos con
ellos sin complejos, sin competir a ser mas izquierdistas que nadie, escuchemos
lo que dicen y veamos lo que hacen.
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