martes, 31 de enero de 2017

"PATRIA" DE FERNANDO ARAMBURU: MUCHO MAS QUE UN NOVELON


Yo también he leído la novela “PATRIA” de Fernando Aramburu. Me ha gustado y mucho.

Hasta ahora había seguido a Aramburu a través de sus artículos en prensa y no siempre estaba de acuerdo con todo lo que decía. Por ello cuando hace unos meses me regalaron el libro, me produjo cierta suspicacia, recelo que se mantuvo en los primeros capítulos, que poco a poco fue desapareciendo para engancharme hasta el final.

Me gustan las grandes novelas, como las de Thomas Mann, Alfred Doblin, M. Lowry o las del siglo XIX. “Patria” es una de esas grandes novelas, que describen de una manera formidable una sociedad y una época; pero a la vez es mucho mas que un novelon, es una magnifica guía para orientarse en la complejísima realidad del País Vasco de los últimos 50 años.

No voy a desvelar los personajes ni la evolución de la trama, para quienes aun no la han leído. Una historia dramática, marcada por el terrorismo, la violencia represiva, la marginación e incomunicación social. Una novela por tanto que destila política por los cuatro costados y que aunque la posición del autor sobre el terrible conflicto vivido en el País Vasco, es meridianamente clara y no es por tanto neutral, sin embargo no escatima durísimas escenas sobre la actuación de las Fuerzas de Orden Publico y el Sistema Judicial. Y no era fácil caminar por el filo de una navaja tan afilada, sin caer en un mero antiabertzalismo o en una identificación sin más con las victimas del terrorismo.

Los personajes son complejos, con muchos matices que van surgiendo a medida que avanza la novela y aunque en algún momento puedan extremarse las tintas sobre los personajes abertzales, el resultado final es realista y equilibrado, que no equidistante.

Aunque a cualquier persona interesada por la política española y más en concreto del País Vasco le pueden sonar muchas de las cosas que se describen en la novela, el panorama integrado resulta de un dramatismo muy intenso. Sobre todo cuando la ruptura social se produce en un entorno limitado, un pequeño pueblo de Guipuzcoa, y cuando además afecta especialmente a dos familias que no estaban condicionadas por una historia previa de nacionalismo y antinacionalismo. Dos familias trabajadoras, normales, vecinas y amigas, sin pasado político, a las que el conflicto armado “les pílla en medio” y les destroza las vidas, a cada una de una forma diferente, generando un odio en algunos casos sincero y en otros forzado por las circunstancias ambientales.

Pero la novela va mucho más allá del marco político o de las consecuencias del terror y la violencia. Es una descripción magnifica de la vida cotidiana en el ámbito rural del País Vasco profundo. Hay un tratamiento tremendo del matriarcado, protagonista omnipresente, siendo la mayoría de los personajes masculinos  débiles, traumados, desorientados o huidizos, frente a unas mujeres, madres, esposas, hijas, hermanas, con una fuerza arrolladora para lo bueno y lo malo.  Un ámbito rural con muy pocas perspectivas para los jóvenes, donde las relaciones sexuales son muy problemáticas y la orientación homosexual tiene que permanecer oculta, en el que la relación con la religión es peculiar, contradictoria e incluso oportunista, según San Ignacio de Loyola conceda o no lo que se le pide, manteniéndose en general un clima de conservadurismo social en las costumbres y formas de vida.

Y al final son las mujeres las que ante el destrozo provocado o sufrido por los hombres, intentan buscar a tientas, de la mejor posible, una salida al laberinto de miedo, vergüenza, venganza.

Es muy interesante el tratamiento de la vida interna de los activistas de ETA, sus reflexiones internas, sus reacciones, sus conflictos, sus dudas.

Mención especial merece la presencia del párroco del pueblo, que en tan solo tres o cuatro escenas en un libro de casi 650 paginas, tiene un comportamiento inenarrable, tremendo, tan claro y cínico que dan ganas de darle un tortazo.     

El libro no esta escrito de forma lineal, sino que avanza en diversas direcciones, siguiendo a los diferentes personajes, lo que contribuye a enganchar más al lector. Un lenguaje moderno, sencillo, de la calle, con giros y palabras euskaldunes, que hacen deliciosa la lectura a pesar de la dureza de lo que se cuenta.

Es evidente que no es una novela global del País Vasco ni del conjunto de la sociedad vasca. La realidad de Guipuzcoa no es la misma que la de Vizcaya y no digamos de Álava. Por otra parte no aparecen por ninguna parte otras posiciones como pueden ser los nacionalistas burgueses y moderados del PNV ni tampoco hay rastro de los socialistas. Una novela situada posiblemente en el Goyerri, en el corazón del abertzalismo, que es una parte muy significativa del País Vasco pero ni la única ni la mayoritaria.

Afortunadamente la novela, como la propia realidad del País Vasco termina con una puerta abierta a la esperanza.


La única pega de esta gran novela, con 125 capítulos y 643 paginas, es que algunas tramas secundarias de la familia se extienden en exceso y quizás con 75 o 100 paginas menos, hubiera sido más dinámica y total, más redonda en definitiva. Pero es un tema menor, en una fantástica novela, la mejor que he leído de literatura española contemporánea en muchos años y que recomiendo ardientemente. Quien la lea disfrutara mucho y encima aprenderá mucho.  

2 comentarios:

  1. En casi todo de acuerdo, cuando lees estás allí en persona no como lector, fantástico

    ResponderEliminar
  2. En efecto, la he leído y he disfrutado como lector y he aprendido como interesado en Euskadi o País Vasco, como gusten. No es lo mismo lo que se sabe (o se cree saber) desde Madrid, del conflicto vasco y sus desgarros, que vivirlo in situ. Y esto es lo que hace la gran novela de Aramburu, meterte de cabeza en un entorno rural abertzale, para mostrarte una realidad inaprensible desde la lejanía física de quienes siempre hemos vivido a muchos kilómetros de aquella tierra, y de la lejanía mental de ciudadanos de megametrópolis, de una de las culturas rurales más tradicionales y singulares de la geografía peninsular. Estoy muy de acuerdo con el Sr. Maravall. Se trata de una magnífica novela, con la que se disfruta y se aprende. A lo que añado que el comentario aquí expuesto es también excelente.

    ResponderEliminar