martes, 4 de noviembre de 2014

LOS GRANDES EMPRESARIOS EN HALLOWEEN: ¿"TRUCO O TRATO?"


El llamado Consejo Empresarial para la Competitividad, que agrupa algunas de las más grandes empresas de nuestro país, ha presentado un plan de reactivación económica, creación de empleo y reformas estructurales y presupuestarias. Da la impresión de que estos grandes empresarios se han dejado influir por el espíritu de “Halloween” y nos preguntan a la ciudadanía si “¿truco o trato?”.  Y tras haberlas leído mi impresión es que hay sobre todo “truco”. Veamos.

Lo primero que llama la atención es quienes protagonizan la propuesta. Entre otros los dos grandes Bancos, BBVA y Santander, que siguen cerrando el crédito a las familias, a los autónomos y a las pequeñas y medianas empresas. Y por supuesto Telefónica, que lleva años reduciendo sus plantillas y mandando a casa a personal muy cualificado en cuanto llegan a los cincuenta años.

Podríamos pensar que más vale tarde que nunca. Que ahora que tantos están pidiendo perdón por los desmanes que se han cometido a su alrededor, también las grandes empresas españolas se suman a este acto de contrición. Falsa percepción. Ni piden perdón, ni tienen penitencia, ni hacen propósito de la enmienda.

Resumiendo la propuesta, se puede decir que hay obligaciones y/o sacrificios para todos, menos para ellos. Ni una sola iniciativa de apertura del crédito bancario, de inversión en I+D+I, de asumir una presión fiscal equiparable a la que tienen las grandes empresas en los estados mas avanzados de la Unión Europea, de combatir las diversas formas de evasión de capitales o de camuflaje de beneficios.

Escriben una magnifica carta a los Reyes Magos que se concreta en la creación de nada menos que  2’3 millones de empleos de aquí al año 2018. Señalan en que sectores se podrían crear: aflorando 800.000 empleos sumergidos; mejorando el nivel educativo (200.00 empleos); desarrollando la economía digital y adlateres (130.000); apostando por la internacionalización de las empresas (700.000¿?); una política energética sostenible (100.000); aumentando el tamaño de las empresas y su productividad (400.000);  y para “redondear”, crecimiento económico en general (600.000). Ni el Gran Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba hizo unas cuentas de este estilo. En todo caso esto sería la parte positiva,  “el trato” que proponen.

¿Y cómo  se pueden cumplir estos objetivos? Es entonces donde descubrimos el “truco”. P.e. en el sector energético, reduciendo la factura de las empresas y fomentando el “fracking”. Otro ejemplo, en la educación con un mayor control de las becas e introduciendo la competencia entre los centros educativos. También nos dan algunas pistas de cómo van a aumentar el tamaño de las empresas, p.e. con mayor flexibilidad laboral para el traslado geográfico o rebajas fiscales.

Pero lo sustancial del “truco” es la propuesta de reducir en 30.000 millones el gasto público, nada menos que el 3% del PIB. Y también dan claras pistas: implantación mas acelerada de la reforma de las pensiones, plan de privatizaciones para recaudar nada menos que 35.000 millones de euros y como ya queda muy poco sector público que privatizar, a lo mejor estar pensando en vender el Museo del Prado.

Igualmente hay propuestas de cambio en los ingresos fiscales, reduciendo los impuestos directos, que en principio son los más progresivos, y aumentando el IVA que pagamos todos por igual. Proponen la reducción de 17.500 millones de euros de gasto corriente del sector público, mediante la restructuración de las Administraciones Públicas, lo que en cristiano quiere decir echar a decenas de miles funcionarios y personal laboral a la calle.

Y no podía faltar, claro esta, la referencia a los falsos parados que defraudan, al simultanear el cobro de las prestaciones de desempleo y el trabajo en la economía sumergida.

Por supuesto hay llamamientos al control del fraude fiscal, a la lucha contra la economía sumergida y a que se cambien las actitudes frente al fraude. Pero en estas materias se quedan en la filosofía y no descienden a la letra pequeña.

A estas alturas de la vida no me gusta nada hacer demagogia y menos aun ser radical, pero con propuestas como estas, puras recetas neoliberales,  no cabe más que la indignación.

Luego dirán que los de PODEMOS no concretan su programa económico o que lo que dicen es inviable. Esto es verdad, como bien puso de manifiesto la entrevista de Jordi Evole con Pablo Iglesias hace unos días. Pero supongo que buena parte de la población española preferirá de lejos las propuestas de PODEMOS, antes que la nueva cura de caballo neoliberal que nos proponen algunos de los mayores responsables y beneficiarios de la crisis que estamos soportando.

En definitiva estos grandes empresarios, en lugar de apostar por el “trato”, por una negociación seria con los sindicatos y con los gobiernos, prefieren, una vez más, el “truco”. Este es el capitalismo que tenemos. Que nadie se asombre del cataclismo electoral que puede producirse.





  



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