Gobernar en coalición no
es trabajo fácil. Mas aun si no hay una tradición asentada al respecto. Pero en
una sociedad compleja y plural como la nuestra, en la que cada vez es menos frecuente
obtener una mayoría absoluta, si se quiere estabilidad gubernamental, la fórmula
de los gobiernos de coalición puede ser deseable e incluso inevitable.
Por ello es una buena
noticia la sorprendente posibilidad de que en la Comunidad de Castilla La
Mancha se configure un gobierno PSOE-PODEMOS. Sorprendente por ser una región cuyo
Presidente autonómico no solo ha sido un baluarte de los partidarios de Susana
Diaz, es que además está considerado como uno de los dirigentes socialistas
menos partidarios de relacionarse con PODEMOS y con una posiciones políticas,
para entendernos, más escoradas hacia el centro. A su vez PODEMOS de Castilla
La Mancha se alineó en el último proceso congresual en las posiciones de Pablo
Iglesias y aunque en su momento permitió la investidura del candidato
socialista, con cierta frecuencia ha hecho amagos de dejar caer al gobierno del
PSOE.
Por tanto, el punto de
partida es difícil, pero a los políticos se les vota para que sean capaces de buscar
soluciones a los problemas de la gente y no para mirar los toros desde la
barrera. Además, en las últimas semanas, afortunadamente, se han abierto nuevas
perspectivas de colaboración a nivel estatal entre PODEMOS y el PSOE, a raíz del
triunfo de Pedro Sánchez y de una evidente reconsideración de las posiciones
que habían venido manteniendo el actual equipo de dirección de PODEMOS desde la
Asamblea de Vistalegre el pasado mes de febrero.
Las experiencias de
gobiernos de coalición entre el PSOE y otros partidos de la izquierda han sido
razonablemente buenas en el ámbito local. De hecho, las importantes
transformaciones que tuvieron lugar en la mayoría de los pueblos y ciudades de
España lo fueron gracias a los gobiernos PSOE-PCE a partir de las elecciones
municipales de 1979. Mas complicadas han sido las experiencias de coaliciones autonómicas,
en Cataluña, Baleares, Asturias o Andalucía, especialmente en estas dos últimas
Comunidades donde la prepotencia socialista se sumó al sectarismo de sectores
de IU haciendo fracasar las coaliciones, por cierto, con resultados bien
negativos para IU.
El gobierno de coalición en Castilla La Mancha inevitablemente va a estar muy desequilibrado a favor del PSOE, dada la gran diferencia del número de parlamentarios y votos con PODEMOS. Al parecer una vicepresidencia y una consejería para PODEMOS y el resto para el PSOE. Por ello no será fácil la convivencia en el nuevo gobierno. Ese es el gran reto que tiene por delante PODEMOS, demostrar su voluntad de hacer política, mas allá de las declaraciones de principios, demostrar su capacidad de gestión en un ámbito de política social decisiva y muy significativa y demostrar su madurez para afrontar retos mucho más ambiciosos a nivel estatal.
Por su parte los
socialistas manchegos van a poder demostrar que el giro propiciado por Pedro Sánchez
va en serio, que tienen voluntad real de propiciar la colaboración en la
izquierda y que han asumido que se acabaron los tiempos de sus triunfos por mayoría
absoluta. El simbolismo que tiene que la oferta de coalición haya surgido de un
dirigente socialista con el perfil de García Page, puede contribuir a despejar
profundos resquemores anti-PODEMOS de otros muchos dirigentes socialistas.
A nadie se le oculta que la experiencia de
Castilla La Mancha va a ser valorada en clave de si en un futuro próximo va a
ser posible un gobierno de coalición PSOE-PODEMOS en España. De ahí la
importancia de que la oportunidad surgida en Castilla La Mancha se consolide y
funcione bien hasta el final de esta legislatura. Como también puede ayudar a que
la anunciada colaboración parlamentaria entre los dos partidos en el Congreso
de los Diputados, vaya concretándose y obteniendo resultados positivos.
Por esa indudable
trascendencia de la experiencia en Castilla La Mancha, ya han aparecido opiniones
en contra de los sectores más radicales de PODEMOS, especialmente de la
corriente Anticapitalista y de personajes procedentes de IU. Opiniones
sectarias que atacan por elevación a Pablo Iglesias, por su giro político de
las últimas semanas y que hasta el momento afortunadamente no han hecho mella en
el Secretario General de PODEMOS.
El pronunciamiento de
las bases de PODEMOS de Castilla La Mancha ha sido inequívoco, casi el 80% de
los votantes a favor. También sería oportuno que las bases socialistas se
pronunciaran al respecto, de la forma que se considerase más idónea, lo que supondría
también un mandato claro para que García Page culminara y mantuviera el pacto
de gobierno de coalición con PODEMOS.
En definitiva, se abre
una posibilidad muy positiva para el avance de las políticas progresistas,
primero en Castilla La Mancha y después, ojalá, en toda de España, por ello
tenemos que manifestar nuestro respaldo sin dudar a este gobierno de coalición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario