miércoles, 29 de noviembre de 2017

MENOS IMPUESTOS = MENOS PROTECCION SOCIAL, PEORES SERVICIOS PUBLICOS

Nada más aprobarse por el Congreso de los Diputados el nuevo cupo vasco, el gobierno del País Vasco, una coalición del PNV con la participación minoritaria del Partido Socialista de Euzkadi, han anunciado la reducción de impuestos en la Comunidad Autónoma, mas o menos proporcional al ahorro que va a suponer ese nuevo cupo. Por otra parte, ha trascendido que las negociaciones entre el PP y Ciudadanos para sacar adelante los presupuestos del año 2018, incluye una reducción fiscal en torno a los 2000 millones de euros, que según anuncian se notara en las aportaciones de las clases trabajadoras y medias.

No voy a hacer la demagogia que en su día hizo Rodríguez Zapatero de que bajar los impuestos es una política de izquierdas, ni tampoco la contraria de pensar que la izquierda cuando gobierna tiene que subir los impuestos por sistema.

La presión fiscal de un país puede ser socialmente progresiva o regresiva no tanto por el volumen de los impuestos en relación a la riqueza nacional (PIB), sino por la procedencia porcentual de esos impuestos (del trabajo, del patrimonio, de las empresas, de los autónomos, del consumo, ecológicos, etc.) y desde luego por los niveles de lo que se conoce por gastos fiscales (es decir las diversas modalidades de eximir el pago de impuestos) y por supuesto por el fraude fiscal, economía sumergida, evasión de impuestos, etc.  Y en segundo lugar esos ingresos hay que relacionarlos con el tipo de gasto a los que se destinan. En otras palabras, que haya una elevada presión fiscal, en sí no es un síntoma de justa redistribución social; depende cómo se recaude y en qué se gaste. Hay países con elevado gasto social p.e. en sanidad y sin embargo el gasto es bastante ineficiente y los resultados mediocres.

Pero en todo caso la experiencia nos demuestra que la presión fiscal y el gasto social son indicadores que por lo general reflejan en casi todos los países cual es su nivel redistributivo. Así en Europa los países nórdicos tienen en general elevada presión fiscal y alto gasto social y los países mediterráneos por lo general tenemos menor presión fiscal y menor gasto social.

¿Y cómo estamos nosotros en relación a la media de la Unión Europea? Aproximadamente 6 puntos menos del PIB en presión fiscal y en torno a 4 puntos menos en gasto en protección social, lo que se concreta en unos 60000 millones menos de ingresos y unos 40000 millones menos en gasto social.

Es evidente que la equiparación fiscal no tiene porque ser absoluta ni tampoco puede realizarse de la noche a la mañana. Y lo mismo sucede en lo que se refiere al gasto social. Pero eso es una cosa y otra muy diferente que no haya ninguna voluntad política para ir acortando razonablemente y paulatinamente las diferencias en ambas materias. Las decisiones del Gobierno Vasco, de moderado centro izquierda, y las del gobierno del PP y su socio Ciudadanos, van justo en dirección contraria a lo que deberían ir.

Es cierto que en el País Vasco, como resultado de la propia presión de los socialistas a lo largo de los últimos 40 años y de la evidente sensibilidad socialcristiana del PNV, las políticas sociales están mas desarrolladas que en el resto de España, para lo que han contado por supuesto con un mayor margen de ingresos por el sistema del Concierto foral que regula la fiscalidad y gasto público en el País Vasco. 

Pero también es verdad que el País Vasco sigue teniendo agujeros en políticas sociales como la atención a la dependencia, la universalización de determinadas prestaciones sanitarias, la cobertura de desempleo a los jóvenes y parados de larga duración, e incluso en los instrumentos de lucha contra la pobreza y exclusión social, que aunque estén muy por delante de las restantes Comunidades Autónomas (con la excepción de Navarra), siguen teniendo  un nivel de población en riesgo de pobreza y exclusión social que debería reducirse considerablemente. Todo ello por no hablar de las carencias que aun existen en otras materias como Educación, Infraestructuras, inversión en I+D+I, etc.

En definitiva, aunque el País Vasco está por lo general mejor que el resto de España, tampoco esta para echar las campanas al vuelo y a la primera de cambio bajar impuestos, reducción que además, al parecer, va a dirigirse prioritariamente al impuesto de sociedades, que es algo mas alto que en el conjunto de España.

En lo que se refiere a la bajada de impuestos negociada por el PP y Ciudadanos, además de otras más que a veces anuncia el ministro Montoro en función de los calendarios electorales y de los intereses partidistas del gobierno, se trata de un cínico ejercicio de demagogia. Esos 2000 millones que bajarían en los impuestos de las clases populares, tienen como consecuencia menos gasto en dependencia, servicios sociales, sanidad, educación, pobreza y exclusión social, etc. Es decir, los trabajadores tendrán un ligero descuento en el IRPF, pero por el contrario van a tener que seguir participando en el copago de prestaciones sociales y en aguantar largas listas de espera en dependencia o sanidad, en actividades educativas extraescolares, en recargar sobre las abuelas y madres las carencias en educación de 0 a 3 años….etc.   

En resumidas cuentas, hoy menos impuesto se traduce automáticamente en menos protección social y menos y/o peores servicios públicos.

¿Por cierto, de todo esto se esta hablando en la campaña electoral de Cataluña?





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