miércoles, 22 de junio de 2016

VOTEMOS SIN MIEDO POR EL CAMBIO PROGRESISTA


Toda opción política es respetable en un país democrático como el nuestro. España se ha ido transformando en una sociedad muy diversa social, económica, cultural, demográfica y territorialmente. Esa complejidad es lógico que se traduzca en un amplio pluralismo político y en consecuencia en la necesidad de pactar, en un primer momento para conseguir formar gobierno y después para ir aprobando las leyes de mayor importancia.

La derecha ha tenido la oportunidad durante una legislatura con mayoría absoluta y sin ningún tipo de cortapisas legales; además ha contado con sólidas mayorías en buena parte de las Comunidades Autónomas y de los Ayuntamientos. Los resultados son más que conocidos: la mayoría de la población está peor que en el año 2011 y una parte significativa está mucho peor, algo que corrobora Caritas, una entidad nada sospechosa de ser de izquierdas. Además, problemas estructurales de España se han ido agravando y el deterioro de la política por las diversas formas de corrupción es más que preocupante. 

En la propia derecha ha surgido una profunda discrepancia, dando lugar al surgimiento de Ciudadanos, con un programa que en numerosos aspectos nada tiene que ver con las políticas seguidas por el PP y en algunos temas incluso se acercan a propuestas tradicionalmente progresistas.

Sin embargo entre los que no queremos seguir con más de lo mismo hay dudas, miedo y hasta una inexplicable tentación a la abstención o al voto en blanco o nulo. Es cierto que ninguna opción progresista es la perfección, ya se lo dijeron a Jack Lemmon en las escenas finales de “Con faldas y a lo loco”: “nadie es perfecto”.

El gran ascenso de UNIDOS PODEMOS ha provocado reacciones muy duras en las demás fuerzas políticas. Esperable en el PP, no tanto en Ciudadanos y sobre todo es  incomprensible la intensa agresividad por parte de algunos dirigentes socialistas. Aparte de un anticomunismo primario, una persona de izquierdas no puede meter miedo a la ciudadanía sobre las repercusiones de la  presencia de Unidos Podemos en un futuro gobierno.

Hace tan solo dos años, siendo militante de IU, señalé numerosas discrepancias con lo que proponía PODEMOS en su programa electoral europeo y en ningún momento se me ocurrió votarles. Esa diferencias se mantuvieron aunque bastante mas atenuadas en las elecciones locales municipales y autonómicas. Sin desaparecer totalmente pasaron a un segundo plano en las elecciones del 20D, por lo que les voté sin ningún tipo de reticencia.

Es verdad que dirigentes de PODEMOS han sido también muy duros con los socialistas. Pero han cambiado.

La evolución política de PODEMOS es una plena garantía de gobernabilidad. Y para quienes se escandalizan de esa evolución habría que preguntarles si sus  partidos no lo han hecho. ¿O es que nos hemos olvidado del izquierdismo de Felipe y Guerra en los primeros tiempos  de la transición?, por no hablar de que el primer presidente del gobierno del PP no votó la Constitución democrática o los ribetes reaccionarios de los primeros tiempos de Ciudadanos.

Y tenemos ejemplos de buena gobernación en ayuntamientos como el de Valencia o el de Madrid. A pesar de meteduras de pata, rebobines, deficiente comunicación e información a la opinión pública, etc.,  en escasos doce meses han hecho una gestión razonable, más aun teniendo en cuenta en qué condiciones recibieron los ayuntamientos. Incluso si algo se les puede reprochar es el exceso de cautela y el haber sido muy respetuosos, manteniendo en niveles intermedios a muchísimos responsables del PP.

Es evidente que no es lo mismo gobernar una gran ciudad que el estado. Pero sin duda será mucho mejor ministro Iñigo Errejon que Fernández Díaz, Nacho Álvarez que Cristóbal Montoro, Garzón que Ana Pastor, Carolina Bescansa que Soraya, o el general Rodríguez, con un impecable historial militar, frente a lo que supone el actual Ministro Morenes. 

Además la combinación UNIDOS PODEMOS y el PSOE es perfecta. La experiencia, los cuadros dirigentes, las relaciones institucionales, económicas y sociales de los socialistas, sumado al empuje, claridad de ideas, decisión, valentía y voluntad transformadora de Unidos Podemos, es un tándem magnifico. Así se evitarán los dos grandes riesgos que estos dos partidos tendrían por separado, la tradicional tendencia de los dirigentes socialistas de descafeinar e incluso olvidar sus programas una vez llegados al gobierno, y la inexperiencia y excesivo voluntarismo que podrían tener algunos dirigentes de Unidos Podemos.

Hay otra importante razón para apostar sin miedo por el gobierno progresista con fuerte presencia de Unidos Podemos. Ya va siendo hora del relevo generacional en el gobierno del país. Y no es solo una cuestión de edad, porque también hay muchos jóvenes en Ciudadanos y hasta en el PSOE, es que se necesitan nuevas formas de concebir y realizar la política que lleguen, interesen y entusiasmen a los menores de 40 años y estas se encuentran, con mis respetos para el PSOE y Ciudadanos, sobre todo en UNIDOS PODEMOS.

Un gobierno de coalición Unidos Podemos y PSOE, a nadie se le oculta que no será nada fácil, tenga o no un cierto apoyo tácito de Ciudadanos, porque los retos que tiene España no son fáciles, pero las posibilidades de cambio progresista se irían haciendo realidad paulatinamente y la inmensa mayoría de nuestro país saldría beneficiada.

Así que nada de miedo ni de vértigo al cambio, vayamos a votar y demos una oportunidad a UNIDOS PODEMOS.




1 comentario:

  1. Me da tanto miedo estas cosas ,que lo que menos necesito en mi vida es un cambio ,aunque sea político ,estas personas de podemos ,me fallan en algo aún no se lo que es pero no me fío ,un saludo

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