La vieja Xativa es una de las ciudades
mas bellas del Mediterráneo español, a pesar de los desmanes urbanísticos que
casi asfixian su casco antiguo y el evidente deterioro del mismo por la desidia
de los gobiernos municipales del PP. Una ciudad con una larga y brillante
historia, con un papel bien importante en la Edad Media y en el Renacimiento;
con una tradición combativa y heroica en defensa de sus derechos en la
sublevación de las Germanías frente al absolutismo de Carlos I o en la Guerra
de Sucesión contra Felipe V.
Una ciudad repleta de músicos y
pintores; cuna de personalidades con un toque singular, desde los Papas Borja hasta el pintor José
Ribera “El Españoleto”, el dirigente agermanado “El Encubierto”, el inventor de
la taquigrafía española Francisco Marti, el diputado de las Cortes de Cádiz Lorenzo Villanueva, los
brillantes académicos José Antonio Maravall y Darío Maravall y por supuesto el
magnifico cantante Raimon.
Pues bien, esta ciudad, la tierra de mi
padre, esta siendo triste noticia por un alcalde descaradamente corrupto,
Alfonso Rus, y por la tolerancia en las filas del PP con jóvenes militantes de
extrema derecha.
En mi adolescencia cuando pasaba las
vacaciones en Xativa, se hizo famosa una tienda, popularmente conocida como “El
Rus”, una especie de “todo a cien” de productos textiles. A diferencia de otras
muchas señoras de la época, a mi madre nunca la frecuentó, porque decía que vendía
cosas de muy mal gusto y que el dueño era más bien grosero; en cualquier caso hizo dinero.
No volví a oír hablar de esa familia,
hasta que uno de los hijos, Alfonso Rus, en 1995 desplazó a los
socialistas en el ayuntamiento, algo que
a la izquierda de Xativa les pareció inaudito, dado el perfil del personaje, que
además nunca se ha molestado en disimular sus opiniones y modales. Algunos
errores habría cometido el anterior equipo progresista para ser derrotado.
Al cabo de un tiempo, siendo Director
General del IMSERSO, me llamó Alfonso Rus, muy halagador, para invitarme a una
cena en Madrid junto con lo que él consideraba personalidades de Xativa o
vinculadas de alguna manera a la ciudad. Antes de aceptar, lo consulté a mis
familiares socialistas de allí y me dijeron que fuera.
A la cena en un asador del Madrid de los
Austrias acudimos unas diez o doce personas. El alcalde se empeñó en vendernos
el relanzamiento político, cultural, industrial, mediático, etc. de Xativa que el
Ayuntamiento quería hacer y pidió nuestra colaboración, si bien en ese momento
no concretó nada. A la salida nos propuso repetir este encuentro todos los
años. Fue el primero y el último.
Meses después me volvió a llamar por teléfono,
pidiendo la colaboración en un proyecto de Universidad de Verano que quería crear
en Xativa, dirigida principalmente a alumnos latinoamericanos y en la que el IMSERSO se encargaría de financiar
cursos en materia de discapacidad, envejecimiento e inmigración (que eran sus
competencias institucionales en aquel tiempo). Le dije que me parecía muy
interesante la propuesta, que desde luego era viable nuestra colaboración y que me mandara un documento con un mayor
desarrollo del proyecto para concretar el convenio de colaboración. Mandó tres
folios genéricos. Le solicitamos lógicamente más detalles y hasta ahora.
Pasado un cierto tiempo, me volvió a
llamar pidiendo la inclusión de Xativa en los Planes de accesibilidad urbanística
integral, que cofinanciaba el IMSERSO con la ayuda de la Fundación ONCE. Me comprometí
a hacerlo, aunque tuve que forzar bastante la opinión de mi equipo y sobre todo
de los directivos de la ONCE, porque el proyecto estaba poco elaborado. Aun y así
lo metí a capón y efectivamente su cumplimiento por el Ayuntamiento fue
deficiente, como muy bien se encargaron de restregarme los de la ONCE.
Fueron tres ejemplos del modelo de gestión
del Alcalde Alfonso Rus.
Después se han ido conociendo otros
aspectos de carácter mafioso, tan tremendos que el propio PP lo ha tenido que
alejar de sus filas.
Lo terrible del caso es que al igual que
Francisco Camps, que Carlos Fabra o que Rita Barbera, elección tras elección
Alfonso Rus volvía a ganar a la izquierda. ¿Cómo era esto posible? les
preguntaba elección tras elección a mis familiares, amigos y compañeros
valencianos y no había respuesta convincente, posiblemente porque la izquierda
o la parte gobernante de la misma, tampoco se había lucido mucho cuando había
estado en el poder.
Como muy bien me recordó un día Raimon,
yo soy de una conocida familia burguesa.
Mi abuelo José María fue Alcalde de Xativa durante la monarquía de Alfonso XIII
con los conservadores, no debió lucrarse porque al final de sus días había
tenido que vender gran parte del patrimonio de sus padres y de los padres de mi
abuela Elisa. Mi tío Manuel Casesnoves Soler, hoy en proceso de beatificación
junto con su mujer mí tía Adela, fue
primer teniente alcalde en la inmediata posguerra y tuvo una conducta
humanitaria con las familias de los vencidos, unánimemente reconocida y nada
frecuente en aquellos días. Mi tío Eugenio Blasco fue alcalde del Movimiento en
los años 60 y aunque la izquierda de Xativa lógicamente no le quería nada,
realizó notables mejoras de las condiciones de vida de los barrios obreros. Por
fin, mi primo Manuel Casesnoves Soldevila, luchador antifranquista y socialista,
fue el primer alcalde democrático en 1979 y cuando terminó su mandato se retiró
voluntariamente y volvió a trabajar en su farmacia hasta prácticamente el día en
que murió con 80 años. Ninguno se hizo rico aprovechando el cargo público. Digo
todo esto, porque en la política de Xativa ha habido y hay mucha gente honrada,
de la izquierda o de la derecha.
Ahora la ciudadanía de Xativa tiene la
oportunidad de cerrar el nefasto periodo de gobierno de Alfonso Rus. Espero que
ello sea posible y Xativa vuelva a salir en los medios por su renacimiento político,
social, cultural y por tener un gobierno local honrado, transparente, cercano y
eficaz.
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