Tuve la gran suerte de conocer muy
pronto la música de Miguel Poveda, con su primer disco de hace poco mas de 20
años, tras haber ganado la Lámpara Minera en el Festival de Flamenco de las
Minas de la Unión de 1993. Desde entonces he sido un ferviente admirador suyo,
de sus discos y sus conciertos y en el blog he escrito varias veces que le
considero el mejor artista de la música española del siglo XXI (junto con Jordi
Savall, en el ámbito de la música clásica).
Hace año y medio asistí a su Concierto
en los Veranos de la Villa en Madrid y tengo que confesar que salí un tanto
mosqueado. Poveda presentó algunas de las canciones que después recogió en su último
CD “Sonatas y poemas para la libertad”. La gran novedad es que Miguel se hizo
acompañar por baterías, guitarras eléctricas, teclados eléctricos…Se puede
decir que su música sonaba a lo que se conoce como “flamenco-rock”.
A lo largo de ese concierto pensé mucho
en como se sintieron la mayoría de los seguidores de Bob Dylan, empezando por
Pete Seeger, cuando en el Festival de Newport de julio de 1965 a mitad de concierto
cogio una guitarra eléctrica y llamó a tocar con él a varios grandes músicos eléctricos,
que después conformaron el mítico grupo “The Band”. La que lío Bob Dylan en
aquel concierto se repitió después en su gira por Inglaterra y Francia (de la
que hay una buena prueba en el doble cd “Bob Dylan Live 1966” )
El público de Poveda no es como el de
Dylan y Miguel triunfó en el citado concierto, nadie protestó ni mucho menos.
Tengo que aclarar que aunque desde los
años 70 me ha gustado el flamenco rock e incluso algunas grabaciones de jazz
flamenco, con el paso del tiempo me he vuelto un tanto purista al respecto y
hasta me rechina bastante la utilización del cajón, que a finales de los años 70
Paco de Lucia importó de Perú. El propio disco de Morente con Lagartija Nick me
hizo crujir un poco; (como diría mi hijo Juan es que me debo estar haciendo más
conservador).
Viene este largo preámbulo para explicar
que iba con cierta aprensión al concierto que Poveda ha dado a lo largo de toda
la semana en Madrid.
Miguel empezó con el grupo mixto de músicos
flamencos y músicos eléctricos, dirigidos por el maestro Joan Albert Amargós.
Su versión de “Para la libertad” de Miguel Hernández, sinceramente me hizo
añorar la que realizó en los años 70 Joan Manuel Serrat (sí, efectivamente, me
estoy haciendo conservador). Continuó con poemas de Quevedo, Ángel González, García
Lorca, Borges, Alberti, …(¡casi nada!). Siguieron sin gustarme los arreglos eléctricos,
el sonido flamenco rock, aunque las letras son preciosas y la voz de Miguel es
cada día mas impresionante y afortunadamente el acompañamiento instrumental no
le tapaba la voz (como muchas veces sucede en los conciertos).
Tras presentar buena parte de este nuevo
disco, Poveda se quedó solo con guitarra flamenca, cajón y palmas. Y entonces empezó
lo bueno, lo buenísimo. Más de media hora de cante flamenco, “malagueñas”, “alegrías”,
“bulerias”, “tangos”, “tientos”…como nos tiene acostumbrados y como solo él sabe
hacer hoy en nuestro país. El público estaba entusiasmado (mucho más que en la
primera parte del concierto, que sin duda también fue muy aplaudido) y
empezaron los vítores y piropos. Terminó con una brillante selección de Lole y
Manuel. Y al final del concierto ofreció una corta selección de coplas.
El pianista y compositor Joan Albert
Amargós, además de dirigir al grupo instrumentista, es el autor de los
arreglos. No voy a discutir la amplia y valiosa trayectoria de este músico,
pero creo que realiza unos arreglos que pueden ser adecuados para un cantautor,
pero resultan recargados para un cantaor flamenco como Poveda.
La pregunta que cabe hacerse es ¿para
qué necesita Poveda transitar el camino del flamenco rock? La respuesta podría
ser, para innovar, para enriquecer su obra, incluso para llegar a nuevos públicos,
como en su día lo hizo Morente. El propio Camarón a partir de su controvertido
lp “La leyenda del tiempo”, buscó nuevos horizontes para la renovación del
flamenco. Es un propósito loable que muchos grandes músicos han tenido.
A pesar de ello, insisto, en el caso de Miguel Poveda creo que
debería continuar en el ámbito del cante flamenco, aunque pueda incorporar
textos o poemas de grandes escritores, pero sin electrificar su música y dejando
de lado unos arreglos instrumentales que no le aportan nada.
En todo caso, Poveda es y seguirá siendo
la gran referencia de la música popular española de este tiempo.
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