viernes, 6 de mayo de 2016

PELICULA "TRUMBO": LA LUCHA POR LA DEMOCRACIA EN ESTADOS UNIDOS


En los años 30 y 40 del siglo XX, que muchos consideran la edad de oro del cine norteamericano, una parte de los directores, guionistas, actores y actrices de Hollywood se vincularon de una u otra forma a las ideas progresistas de Franklin y Eleanor Roosevelt, plasmadas en las políticas del New Deal. Algunos dieron un paso más en su compromiso político y ayudaron la causa republicana en la guerra civil española y también hubo quienes se afiliaron o apoyaron al Partido Comunista de los Estados Unidos.

Muerto Roosevelt, terminada la guerra contra el nazismo e iniciada la guerra fría, buena parte de las elites políticas, militares y económicas de Estados Unidos, decidieron impulsar un giro derechista en la sociedad norteamericana y para ello era necesario acallar y atemorizar a todos los sectores culturales con posiciones de izquierda, que por cierto muchos de ellos eran de origen judío y procedencia centroeuropea. En esa dinámica, el Comité de Actividades Antinorteamericanas,  creado en los años 30 por el Congreso para perseguir las actividades pronazis, cambió sus fines  y se centró en la persecución de comunistas y personalidades de la izquierda.

Como era de esperar, el Hollywood progresista se convirtió en uno de sus principales objetivos. Muchos resistieron con gran dignidad, otros se vieron obligados a abjurar de sus ideas e incluso a denunciar a amigos y compañeros, cercados por el miedo o la desesperación ante la perdida del trabajo, al ser incluidos en las listas negras.

Esta pagina de la historia de Norteamérica, de héroes y villanos, perseguidores y perseguidos, ha sido tratada tangencialmente en algunas películas. También ha sido motivo de una película de 1976 de Martín Ritt (director perseguido en su día), titulada “The Front” y protagonizada por Woody Allen. Mas tarde, en el año 2005, George Clooney realizo una formidable y premiadísima película, “Buenas noches y buena suerte”, centrada en este caso en el papel de periodistas en la lucha por los derechos democráticos.

Y ahora llega a nosotros “Trumbo”, una muy interesante y recomendable película, sobre el escritor, guionista y director Dalton Trumbo.

La película, que sorprendentemente ha tenido críticas regulares en medios españoles, no es un panfleto, ni tampoco una versión beatifica de Trumbo. Es una excelente expresión de cine de hondo calado político, pero destinado a llegar a todos los públicos y no solo a los previamente convencidos.

La película describe el ambiente contradictorio, sin duda como la vida misma, de unos intelectuales de prestigio, bien situados económicamente, pero por encima de todo alineados con las causas progresistas y de defensa de los trabajadores, también de los trabajadores de los estudios de Hollywood. Describe los efectos demoledores en sus vidas y condiciones de trabajo a partir de iniciarse su persecución política y las listas negras y por supuesto las dramáticas rupturas personales, las consecuencias en las familias. Todo ello con una visión muy matizada, nada de brochazos gordos o lugares comunes.

A este respecto resultan de gran interés las discusiones de Trumbo con su mujer y su hija, con Arlen Hird (guionista que aguantó la persecución) o con el fantástico actor Edward G. Robinson (que acabó traicionando). O las relaciones entre la líder de los anticomunistas de Hollywood, la periodista amarilla Hedda Hopper y el actor Kirk Douglas y el productor Frank King. O la actitud de un compañero de cárcel negro, influido por la manipulación anticomunista, o las reacciones de los vecinos de un barrio de clase media.

La película es fiel a la realidad de lo que sucedió y por la pantalla desfilan personajes como John Wayne, el citado Kirk Douglas, el director de cine Otto Preminger. Y nos recuerda que Trumbo, además de ser el guionista de grandes películas como “Vacaciones en Roma”, “Espartaco” o de “Éxodo” (filmada en un contexto diferente a la actual realidad de Israel y Palestina y a la que muy posiblemente hoy Trumbo hubiera dado otro enfoque), fue el director de “Johnny cogio su fusil”, una sobrecogedora película antibelicista, basada en un libro que el mismo había escrito en 1939; una de las películas que mas me ha impresionado en toda mi vida y con la que soñé angustiadamente durante mucho tiempo.

Si “Trumbo” es una película estupenda, se debe también a la formidable interpretación de Bryan Cranston, inolvidable protagonista de la gran serie “Breaking Bad”. La cantidad y calidad de los registros de Bryan,  consigue hacernos entrar en un  personaje fascinante y complejo. Como también son excelentes las interpretaciones de Helen Mirren, en la detestable Hedda Hopper y el breve pero desternillante papel de John Goodman, cada día mas gordo y mejor actor, representando al productor de películas de bajo coste Frank King.

El director de “Trumbo”, Jay Roach, no se había caracterizado hasta ahora como un director brillante, comprometido o innovador. Pero aquí hace un trabajo honesto, serio, complejo y también comercial. Todo un logro que recomiendo efusivamente.

Y un curioso detalle. Al terminar la película el público del cine Verdi de Madrid, aplaudió, algo que no es habitual.





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