Hector Maravall
viernes, 27 de abril de 2018
martes, 13 de marzo de 2018
ASESINATO DE GABRIEL Y PRISION PERMANENTE REVISABLE
Cada cierto tiempo se producen crímenes atroces que provocan
fuertes y emotivas reacciones en sectores de la opinión pública. Lo vimos hace
unas semanas con el asesinato de Diana Queer y lo estamos viviendo ahora mismo
con la muerte de Gabriel Cruz.
Los intentos de casi linchamiento de la presunta culpable han
llenado las portadas y reportajes de los medios de comunicación, especialmente
de algunos más propicios al sensacionalismo. Si la agresión a una presunta
criminal nunca puede ser admisible ni justificarse como reacción lógica de
dolor y condena, menos aún puede entenderse que se aproveche el clima emocional
para hacer jugarretas electoralistas por parte de medios de comunicación, de
dirigentes y grupos políticos.
Nadie debería agitar el malestar y fomentar incluso bajas
pasiones, que sabemos dónde empiezan, pero nunca donde acaban.
Aunque seamos muchos los que nos quejamos de que las cárceles
están muchísimo más llenas de condenados por delitos individuales de sangre o
de tráfico de drogas, que por delincuentes de cuello blanco, en sus diversas
modalidades, es evidente que nuestra legislación penal, reformada con cierta
frecuencia y casi siempre con pretensiones de endurecimiento, así como nuestro
sistema judicial, cuentan con suficientes y a veces excesivos instrumentos para
perseguir los delitos y castigar con firmeza a los y las criminales.
Recuerdo cuando en los primeros años de la transición democrática,
hubo varios indultos no estrictamente políticos y algunas reformas legales que
actualizaron y moderaron las leyes autoritarias heredadas del franquismo o
incluso del siglo XIX, se desataron campañas sobre el presumible aumento de la
violencia y la delincuencia y a un supuesto “miedo a salir de casa” que nos había
traído la democracia, algo que nunca se llegó a demostrar.
No son nuevos, por tanto, los intentos de aprovechar crímenes
horrendos para endurecer la legislación penal, algo que igualmente surgía cada
vez que ETA acometía alguno de sus muchos actos terroristas.
La petición de estos días de “la prisión permanente revisable”,
o dicho en lenguaje de la calle, “la cadena perpetua”, por gente indignada ante
el asesinato de un niño, que puede ser entendible aunque nunca justificable, no
puede ser aprovechada políticamente para arañar más votos.
Hay que recordar que esa nueva figura legal, aprobada en la
anterior legislatura con los únicos votos favorables del PP, ha sido
fuertemente cuestionada por juristas y expertos, por jueces y fiscales, y por
la mayoría de los partidos políticos, que recientemente pidieron su supresión,
en este caso con el voto en contra del PP y la incomprensible abstención de “Ciudadanos”
(olvidando sus pretensiones de ser un partido moderno, liberal, avanzado…).
Los políticos de la derecha y centro derecha, que compiten
por ver quien es más duro con ese crimen, saben de sobra que con la actual legislación
penal el castigo para la persona culpable va a ser tremendo, ya que se dan, en
principio, muchas circunstancias agravantes para ello. Y por tanto lo que se
pretende no es tanto castigo como venganza: “que se pudra y muera en la cárcel,
que bien merecido lo tiene”.
Una sociedad democrática avanzada como la nuestra, no puede
asumir esas posiciones. Al igual que en el pasado logramos erradicar la pena de
muerte, tenemos que asumir que la cadena perpetua en la práctica destierra
cualquier perspectiva de rehabilitación, de arrepentimiento, de recuperación para
la vida social; un derecho que todas las personas, incluidos los y las
criminales más horrendos, deben tener. Y no valen argumentos justificativos, de
que la condena puede ser revisada, que lo puede ser, pero en un contexto de difícil
aplicación. Como también hay que tener presente que esta reforma legal se
produjo en un momento de ascenso del terrorismo yihadista, algo muy distinto a
lo que pueden ser los crímenes de individuos particulares.
De ahí que resulte todavía más inaceptable que en las filas
del PSOE, un partido que a lo largo de su historia ha tenido grandes juristas,
grandes defensores y luchadores por los derechos humanos, surjan dudas ante
esta cuestión y temor a perder votos si aparecen con una “imagen débil”.
La prisión permanente revisable debería desaparecer de
nuestro Código Penal y desde luego bajo ninguna presión emocional ni interés electoral
partidista, ampliar su campo de aplicación.
Ya estamos teniendo diversos retrocesos en materia de aplicación
del Código Penal y de la legislación vigente, como acaba de poner de relieve el
Tribunal Europeo de Derechos Humanos, como para dar más y más contundentes
pasos en esa dirección de limitación de derechos.
(RECUERDO QUE YA ESTA ABIERTO MI NUEVO Y MAS COMPLETO BLOG: https://hectormaravall-blog.es )
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lunes, 5 de marzo de 2018
VIVAS, LIBRES, UNIDAS POR LA IGUALDAD: 8 DE MARZO
El movimiento obrero,
los sindicatos de clase y los partidos de izquierda vienen celebrando desde ya
un lejano año 1911, el 8 de marzo como el día de la mujer trabajadora. Las
organizaciones feministas que se fueron desarrollando a lo largo del siglo XX,
se sumaron a este día de lucha y reivindicación.
Con el paso de los años
hasta instituciones internacionales como la ONU han apoyado a esta conmemoración.
Todos los 8 de marzo
quienes luchan por la igualdad de derechos, sin discriminación en el empleo y
en el salario, han salido, hemos salido, a la calle con las banderas y lemas
morados. Estas luchas han dado resultado. Hoy la situación de las mujeres en
los países democráticos y socialmente avanzados, tienen ya poco que ver con la
realidad de los primeros años del siglo XX. Aun y así la plena igualdad sigue
siendo un objetivo no alcanzado plenamente, ni en lo laboral, ni en lo
político, ni en lo cultural y educativo, ni en la convivencia familiar y en lo
religioso.
Pero a la vez que se ha
progresado en derechos, se han acentuado, o han emergido con mayor claridad,
las diversas formas de violencia de genero.
Este año la lucha por
la igualdad ha dado un importante salto cualitativo: un paro internacional de
dos horas por turno. Y en nuestro país el lema unitario recoge la expresión
“VIVAS, LIBRES, UNIDAS, POR LA IGUALDAD”, añadiendo, como no podía ser de otra
manera, la lucha contra las diversas formas de violencia de genero.
Lamentablemente esta
iniciativa no ha contado con un apoyo unánime en nuestra sociedad y peor aún,
ha habido criticas infundadas, manipulaciones y burlas, incluso desde ámbitos
gubernamentales.
La movilización va a
ser un gran éxito en ese camino sin vuelta atrás por la igualdad. Y sin olvidar
que aún hay cientos de millones de mujeres y niñas que en numerosos países
sufren una brutal discriminación y violencia, que se inicia en la más tierna
infancia y dura toda la vida.
(RECUERDO QUE YA ESTA ABIERTO MI NUEVO Y MAS COMPLETO BLOG: https://hectormaravall-blog.com )
LA DIGNIDAD DE LOS POLITICOS
Hace unos días asistí a
un acto de homenaje en memoria de Javier Martínez Lázaro (Tito), un gran juez
progresista. En las numerosas intervenciones que se sucedieron, las dos frases más
repetidas fueron “ojalá los políticos de hoy fueran como Tito” y “fue un hombre
que siempre buscaba consensos y tendía puentes entre posiciones distantes”. Fue
un líder estudiantil en los últimos años del franquismo, militante del PCE,
periodista, abogado laboralista de CCOO, juez, miembro de Jueces para la
Democracia, del Consejo del Poder Judicial… y siempre mantuvo una coherente
lucha por mejorar las condiciones de vida de la gente.
Como Tito hay y ha
habido muchos hombres y mujeres en la lucha política, dignos, responsables,
honestos, rigurosos, coherentes con sus ideas, trabajando por la gente,
especialmente por las clases populares.
Sin embargo, la imagen
que recibimos todos los días a todas horas es corrupción, ineficacia, lejanía,
ir a lo suyo, en definitiva, aquello que resumió muy bien el 15-M cuando hacía
referencia a “la casta”. He terminado por ver solo un programa de televisión,
“El intermedio” y es soportable por la inteligente e intensa dosis de humor con
que trata el cumulo de noticias tremendas y es entonces cuando recuerdo aquella
vieja canción de Peret, “Es preferible reír que llorar”. Otras veces viendo “El
intermedio”, pienso que García Berlanga se quedó bien corto en sus geniales películas
retratando las clases dominantes de nuestro país.
Es normal preguntarse cómo
se ha llegado a esta situación de desfachatez, de sensación de impunidad, de
avaricia sin límites, en muchos casos por parte de personas que ya estaban muy
bien situadas económicamente y que son capaces hasta de timar a sus consuegros
como uno de los implicados en el caso Palau de Barcelona.
¿Cómo es posible la red
tan amplia de complicidades, de silencios, de permisividad, que en algunas
zonas de nuestro país alcanzó a numerosas personas, que en muchos casos se
beneficiaron en mayor o menor medida de las anchas pirámides de corrupción?. Y
lo más increíble de todo ¿como esas arraigadas, sistemáticas, duraderas
conductas, apenas han pasado factura a quienes las han practicado o tolerado?
La desideologización,
la falta de cultura política, de conocimiento de la historia, de comprensión de
los retos de un mundo globalizado y complejo, que caracteriza a buena parte de la
sociedad española y a buena parte de sus elites gobernantes, puede ser una
explicación. Las ideas, los modelos de sociedad, las propuestas de
transformación y por supuesto los principios morales y religiosos, se han
desdibujado tanto en la izquierda como en la derecha.
No me gusta ser “abuelo
cebolleta” y añorar melancólicamente el pasado, pero lo cierto es que la
transición y los primeros años de la construcción de la democracia la
protagonizaron en la izquierda, en el centro y en la derecha, gente que tenía
ideología y luchaba por sus ideas. Y repito en la izquierda, en la derecha y en
el centro. Tuve la suerte de conocer y tratar a muchos de ellos y la
inmensísima mayoría estaban en la política no por ganar dinero sino por
defender sus principios. Para no hablar de mis amigos comunistas, citare tres
ejemplos para mi inolvidables: Jerónimo Saavedra, Fernando Abril Martorell y
Antonio Garrigues Walker. Socialista y ugetista el primero de ellos, bien
alejados de mis ideas los otros dos (Garrigues había sido nada menos que
miembro de la Comisión Trilateral), y sin embargo lucidos y conscientes
luchadores políticos para hacer de España un estado moderno, democrático y mas
justo y solidario.
También conocí a muchos
y excelentes altos funcionarios y cargos públicos, que yo resumiría en la
persona de Adolfo Jiménez, largos y decisivos años Secretario de la Seguridad
Social, con el que discutía, a veces con mucha dureza, pero del que sabía sin
genero de duda que luchaba como yo por un Sistema de Seguridad Social solidario
y sostenible. Adolfo, que era independiente, pero no apolítico, se afilió al
PSOE el mismo día en que este partido en el año 1996 perdió las elecciones
generales, algo que hoy parecería inconcebible.
Era una clase política
que en absoluto participaba de esa desgraciada frase que se atribuye a Felipe González
de que “gato blanco o gato negro, lo importante es que cace ratones”, ni
tampoco de lo que dijo Alfonso Guerra “el que se mueva no sale en la foto”. Dos
terribles opiniones que estoy seguro hicieron temblar a socialistas tan
valiosos y honrados como José María Maravall, Matilde Fernández o Gregorio
Peces Barba.
Insisto que ha habido y
hay muchos políticos dignos, pero la dignidad no viene del aire, se construye y
se garantiza día a día, año a año. Requiere formación cultural, sustento ideológico,
principios morales, talante dialogante y voluntad de negociación, trabajar en
su profesión antes y después de ser cargo público, salir y escuchar a la gente
normal y corriente, ir al cine, al mercado, al centro de salud, de tapas, a
pasear por un parque, poner la lavadora y el friegaplatos, hacer la cama,
llevar a los niños al cole, hacer los deberes y jugar con ellos…
sábado, 24 de febrero de 2018
ME PONGO AL DIA
En junio del 2011, tan cerca y ya tan lejos, empecé mi blog. Han sido casi 760 entradas de muy diversos temas: actualidad política, sindicalismo, estado de bienestar, música, opera, cine, pintura, viajes, recuerdos de mi vida....Unos tuvieron buena acogida, otras menos y otras muy escasa. Aunque siempre he sentido el apoyo de seguidoras y seguidores incondicionales y sobre todo amables y cariñosos.
Pero el mundo va muy rápido y los cambios son inevitables. Me paso a un nuevo y mucho mas ambicioso formato, mezcla de pagina web y blog en world press. He tenido la inmensa suerte de conocer a un profesional creativo, innovador y al día, que me ha diseñado la nueva oferta (Paco Fernandez; paco.fdez74@gmail.com).
Este es un anuncio de cambio, y de forma inmediata empezare a publicar.
Gracias por vuestro apoyo y nos vemos en https://hectormaravall-blog.com/
Hector Maravall
viernes, 16 de febrero de 2018
INTERMON OXFAM: EN DEFENSA DE LAS ONGS SOLIDARIAS
Soy socio de Intermón
Oxfam desde hace bastantes años y muy probablemente lo seguiré siendo. Cuando
me apunté a esta ONG, hubo quien me dijo que cómo lo hacía, siendo una
organización mas o menos vinculada a la Iglesia Católica y en concreto a los
Jesuitas. A pesar de que desde hace mucho tiempo es una organización laica e
independiente, ni me importaba antes ni me importa ahora.
El terrible escándalo
sexual que han protagonizado algunos de sus miembros y dirigentes, de características
parecidas a otras que tuvieron como artífices a militares en misión de paz o a
cooperantes civiles, es una vergüenza y hasta un delito que debe ser castigado
con absoluto rigor, además de que Intermón
Oxfam tome las medidas oportunas para que nunca más se vuelva a repetir.
Pero también resulta
vergonzoso que aprovechando esas practicas intolerables y la hasta cierto punto
tardía y dubitativa reacción de la dirección de I.O., se ha desatado una
campaña en algunos países y muy en especial en España, atacando a esta ONG y
cuestionando su actividad. El escandalo les ha venido de perlas a quienes
llevan mucho tiempo molestos por sus informes, o siendo señalados por su
responsabilidad en la falta de apoyo a la cooperación internacional con el
hambre y la miseria en el Tercer Mundo o con el crecimiento de la pobreza y
exclusión, como consecuencia de las políticas neoliberales frente a la crisis,
caso evidente en lo que se refiere a nuestro país.
Intermón Oxfam es una
ONG incomoda, porque no tiene pelos en la lengua, porque es rigurosa en sus
denuncias y en sus propuestas, y porque no se limita a dar la vara, sino que
desde hace mucho realiza programas de cooperación en numerosos países del mundo
con resultados muy positivos bien contrastados.
Es cierto que muchas
ONGS levantan suspicacias tanto en el ámbito de la izquierda como en la
derecha, por razones, claro está, muy distintas. La derecha quisiera que se
limitaran a ejercer su trabajo sin meterse en más líos de denuncias políticas,
económicas o sociales, no hablar de causas ni de responsables. Y en la
izquierda hay quienes consideran que las ONGS hacen caridad, ponen parches a la
explotación capitalista y viven de unas subvenciones o ayudas que estarían
mucho mejor empleadas por parte de la gestión pública.
Admito que, en mi caso,
procedente de una ortodoxa tradición política y sindical, pensaba algo
parecido. Tuve la oportunidad como Director General del IMSERSO de conocer la
realidad de las ONGS. De la cantidad de papeletas que nos resolvían a las
administraciones públicas, fuera por la insuficiencia de nuestros recursos,
centros, programas, etc. o por las dificultades de tramitación urgente y
diversificada de las posibles soluciones.
Por no citar más que
unas pocas, recuerdo con admiración la gestión de Caritas, Cruz Roja o Andalucía
Acoge, cuando el tremendo conflicto de El Ejido (Almería) y los campamentos
infrahumanos de inmigrantes en Ceuta y Melilla. O el apoyo recibido del MPDL en
la guerra de los Balcanes. O la colaboración en numerosos proyectos de
accesibilidad, empleo especial, integración social, etc. de personas con
discapacidad por parte del CERMI. O la respuesta inmediata de las ordenes
religiosas integradas en LARES, ante la demanda no cubierta de plazas
residenciales para mayores gravemente dependientes. La presencia constante de
Mensajeros por la Paz para resolver problemas urgentes no suficientemente
contemplados en el ámbito de actuación del IMSERSO……
También conocí algunas
ONGS, contadas con los dedos de la mano, que eran ineficaces, que abusaban de
sus relaciones o presiones políticas, o que no tenían una gestión clara. Pero
eran una ínfima minoría, de las que el propio movimiento asociativo se
desmarcaba. Y es verdad p.e. que en los años 90 Cruz Roja padeció una mala
gestión en su cúpula política, pero la organización remontó pronto y bien y fue
decisiva en la atención a los inmigrantes sin papeles.
No solo no he vuelto a
ser reticente con las ONGS, incluidas las vinculadas a la Iglesia Católica,
sino que soy firme partidario de poner la X en la casilla del IRPF destinada a
su financiación y así lo he hecho con mi declaración siempre y así lo he
defendido públicamente.
Por último, me parece
una desvergüenza que el ministro Montoro, corresponsable de un gobierno que se
ha caracterizado por eliminar prácticamente las ayudas a la cooperación al
desarrollo y que milita en un partido corroído por la corrupción, se atreva a
criticar a Intermón Oxfam. Una razón más para seguir colaborando con I.O., lo que
no es óbice de una firme exigencia de sanción y erradicación de prácticas como
las que hemos conocido en estos días.
miércoles, 7 de febrero de 2018
UN GOBIERNO PARALIZADO
Es sabido que algunos
presidentes republicanos de los Estados Unidos no eran capaces de hacer dos
cosas a la vez. Ya no tienen esa exclusiva. A nuestro gobierno le pasa algo
similar.
En casi año y medio de
legislatura no han sido capaces de gobernar, más allá de las tardías y
equivocadas actuaciones ante el conflicto independentista. No voy a
minusvalorar la tremenda importancia e implicaciones de todo tipo del conflicto
político y social en Cataluña y la necesidad de resolverlo cuanto antes y de la
mejor manera. Pero siendo una evidente prioridad política, social y económica,
no se puede limitar la acción de gobierno a este problema, por muy importante
que sea (y encima sin una estrategia coherente y sensata).
La realidad de España,
de Europa, de nuestro mundo globalizado, no puede esperar a que por fin se
solucione el conflicto independentista, que por otra en el mejor de los casos
va a tardar años en resolverse.
Si por algo se
caracteriza esta época que nos ha tocado vivir, es por el tremendo dinamismo de
los cambios políticos, económicos, tecnológicos, sociales, medio ambientales…que
exigen prospección, información, debate, toma de decisiones, actuaciones,
evaluaciones, replanteamientos, visión a medio y largo plazo. Y como dice el refrán
“camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”. Nuestro gobierno esta
dormido, pero lo malo es que la corriente nos puede llevar a todo el país.
En estos 15 meses el
gobierno ni ha legislado y lo que es peor ha boicoteado las iniciativas
políticas de los grupos parlamentarios, incluidas aquellas que incluso ha
apoyado su peculiar socio de gobierno y a la vez rival, Ciudadanos.
La parálisis
gubernativa también nos tiene alejados de los debates europeos, donde cada vez
tenemos menos influencia, incluso el presidente del gobierno no se ha molestado
en ir a la Conferencia de Davos, que más allá de la opinión que nos merezca su
composición y actitudes, sin duda es un foro de gran importancia política y
económica. Macron y Merkel llevan meses proponiendo iniciativas para dar un
nuevo impulso a la Unión Europea y no se conoce aportación alguna de nuestro
país al respecto.
Se están produciendo
importantes reequilibrios geopolíticos y económicos, con una presencia cada vez
mas activa de China y en segundo lugar de la India, y aquí no tenemos nada
pensado al respecto.
La revolución
tecnológica cada día más acelerada, está cambiando y va a cambiar aún más y más
rápidamente las comunicaciones, las relaciones empresariales, la educación, los
transportes, las formas de producción y trabajo, los movimientos de capitales…etc.
Y aquí estamos saliendo de la crisis con innumerables bares, cafeterías, fruterías,
negocios de esoterismo, tiendas de alimentación alternativa, gimnasios, locales
de cuidados estéticos, de uñas y pestañas…
Mientras, la inversión
en I+D+I está bajo mínimos, el sistema educativo cada vez está respondiendo menos
a las necesidades de los nuevos procesos productivos, volvemos paulatinamente a
la burbuja inmobiliaria empezando por el desmadre de los alquileres, rehuimos
un debate en serio sobre las necesidades energéticas, pasamos de adoptar
medidas estructurales en relación al cambio climático o ralentizamos
infraestructuras esenciales como el corredor mediterráneo o la Y vasca y
nuestras pequeñas y medianas empresas se mueven en la confusión o la ignorancia
sobre cual va a ser el modelo productivo de nuestro país.
En definitiva, estamos
saliendo de la crisis en buena medida con la inestimable ayuda del Banco
Central Europeo, del terrorismo islámico que nos rebota millones de turistas, y
de la coyuntural contención del precio del petróleo. Nuestro gobierno no se ha
molestado en abrir una seria reflexión y debate público sobre la crisis y la
salida de la crisis y sobre todo en relación al nuevo modelo productivo que nos
evite volver a las andadas. Esta debería ser una de las prioridades del
Congreso de los Diputados, donde por cierto se han sucedido una serie de
comparecencias de altos responsables públicos y privados relacionados con el
sector financiero de nuestro país y es vergonzoso que se hayan ido de rositas tras
haber admitido (menos Rodrigo Rato), los graves errores y equivocaciones
cometidos en la gestión de la crisis económica y bancaria.
Pero no solo es urgente
debatir y diseñar un nuevo modelo productivo, es que también hay que abordar
con urgencia y rigor, las consecuencias sociales de casi 10 años de crisis. Una
gravísima ruptura del modelo de relaciones laborales, con la precarización del
empleo, con la cronificación de amplios colectivos en situación de pobreza y/o
exclusión social, con la aparición de la nueva realidad de trabajadores pobres,
con la explotación del empleo joven y la desigualdad salarial entre hombres y
mujeres. El deterioro del Sistema Nacional de Salud y del Sistema Educativo, la
debilidad del Sistema de Atención a la Dependencia, el insuficiente desarrollo
de los servicios sociales o los déficits de vivienda digna y accesible. Se
demora el análisis y propuestas ante los riesgos que el aumento del paro y la
precarización laboral esta produciendo en nuestro Sistema de pensiones.
Los costes sociales de
la crisis ni se pueden dejar a ver si el mercado lo va resolviendo o peor aun acostumbrarse
a convivir con una parte importante de la población marginada y excluida del
crecimiento económico y del bienestar social.
Este gobierno no puede
seguir paralizado. Los partidos parlamentarios de la oposición e incluso los
socios-rivales del gobierno, tienen que reaccionar o el precio que
pagaremos en los próximos años la ciudadanía española será muy elevado y
posiblemente irreversible.
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