miércoles, 27 de enero de 2016

EL VERTIGO DEL PSOE Y LA RESPONSABILIDAD DE PODEMOS


Según se va acercando el día de empezar a tomar decisiones, el vértigo se apodera de la dirección del PSOE.

Es comprensible. En el ámbito estatal los socialistas nunca han gobernado en coalición ni en débil minoría. Tan solo en alguna legislatura han necesitado el apoyo externo de los nacionalistas y algunos todavía recordamos los diversos precios que se tuvieron que pagar a CIU en el periodo 1993-1996. Sí,  no es fácil gobernar en coalición y todavía menos con un voto prestado solo para el momento de la investidura.

No hay que engañarse, un gobierno de coalición PSOE-PODEMOS, con IU, si se consigue  va a ser complicadísimo, sobre todo para Pedro Sánchez, sometido a la doble tensión por un lado de las exigencias de Podemos y por otro tener que lidiar con las vergonzosas zancadillas  de una parte de sus propios dirigentes actuales y del pasado. Pero no hay otro camino para dar respuesta a la voluntad de cambio que ha expresado la ciudadanía.

Las tareas que va a tener por delante un posible gobierno progresista serán muchas y muy complejas: consolidación de la recuperación económica, reducción del déficit, reforma fiscal, reversión de algunas de las reformas del gobierno del PP, mejora de la atención sanitaria y del sistema educativo, reforzamiento de la programas sociales en materia de pobreza y dependencia, recuperación de la inversión en I+D+I; añadiendo a todo ello, por si fuera poco, la reforma de la Constitución para dar una salida negociada y satisfactoria al conflicto político de Cataluña y al latente en el País Vasco.

Afrontar estos retos por parte de un gobierno de coalición progresista, requeriría, además del apoyo del PNV, la aceptación mas o menos explicita de Ciudadanos y en algunas cuestiones del propio PP. En mi opinión lo razonable sería apostar por una legislatura no excesivamente larga y que se centrara en cuatro o cinco objetivos  básicos en los que fuera relativamente fácil poner de acuerdo al PSOE con Podemos e IU y no levantar una abierta hostilidad de Ciudadanos y el PNV.

Para empezar, y la más importante, debería ser la reforma fiscal de carácter progresivo que buscaría matar tres pájaros de un tiro: contribuir a la reducción del déficit mediante el incremento de los ingresos y sin reducción de gasto social (no olvidemos que posiblemente haya que ajustar en este año al menos 10.000 millones de euros de déficit); revertir paulatinamente  los recortes en sanidad, educación y dependencia; y redistribuir mejor los recursos entre las tres Administraciones Públicas.

La segunda cuestión, aunque muy ligada a la anterior, debería ser un plan de lucha contra la pobreza severa, a través de la aprobación de una Renta Minima garantizada que pudiera llegar paulatinamente  a 700.000 familias sin recursos. En la campaña electoral la mayoría de las fuerzas políticas asumieron la urgencia de luchar contra el incremento de la pobreza y además se trata de una medida cuya aprobación tendría muy buena acogida en el ámbito de las Organización No Gubernamentales de carácter solidario y en los sindicatos, que tanto tiempo llevan insistiendo en ello.

En tercer lugar aprobar dos o tres medidas de reforzamiento del funcionamiento democrático: ley electoral, lucha contra la corrupción, mayor transparencia de la contratación pública.

En cuarto lugar sería necesaria la reversión de las dos ultimas reformas laborales.

Por ultimo, la reforma de algunos artículos de la Constitución, que facilitarán tres aspiraciones fuertemente sentidas en las nacionalidades históricas y que han sido aprovechadas y manipuladas por los sectores independentistas: el reconocimiento  del carácter de nación de Cataluña, el País Vasco y Galicia; una mejor delimitación de las competencias entre las tres Administraciones Públicas y la reforma del Senado.

Y paremos de contar, porque es más que suficiente.

 Lo primero que tendría que hacer Pedro Sánchez, que esta aguantando bien las embestidas que recibe por todas partes,  es poner encima de la mesa de todas las demás fuerzas políticas el acuerdo de mínimos sobre estas cinco materias, exigiendo a todos que dejen ya de una vez de marear la perdiz. Y que se retraten, a ver que dice cada cual. ¿Queréis reforma fiscal, sí o no? ¡Pues venga, concretar!   

Me supongo que ya estarán trabajando en ello la dirección del PSOE y que tras el Comité Federal harán la oferta política.

Si el PSOE tiene que vencer el vértigo, Podemos tiene que asumir de manera inmediata su cuota de responsabilidad política y entrar en materia, dejando los fuegos de artificio.

Pablo Iglesias, Iñigo Errejon y los demás dirigentes de Podemos tendrían que hacer abstracción de los diversos ataques, insultos y putadas que sufren y que van a seguir sufriendo, evitar a su vez los ejercicios de marketing que vienen protagonizando y ponerse a trabajar en el programa de gobierno conjunto, que es algo más serio y concreto que las cinco ideas generales que han venido defendiendo en estas semanas. 

Si la izquierda  no es capaz de ponerse de acuerdo y se repiten las elecciones, la ciudadanía progresista no nos lo va a perdonar. De nuevo  ganara la derecha, volverán a gobernar y la oportunidad de un cambio progresista se alejara por tiempo.


lunes, 25 de enero de 2016

ESPECTACULAR "VERSIÓN POP" DE LA FLAUTA MÁGICA EN EL TEATRO REAL


La Flauta Mágica es posiblemente la opera más deliciosa de Mozart, que es como decir una de las operas más bellas de la historia de la música. Es una obra que, además, se representa con frecuencia y de la que hay numerosas y excelentes versiones discográficas e incluso videográficas. Por ello, el anuncio de que el Teatro Real de Madrid se estrenaba en este mes de enero una versión innovadora de esta opera, despertaba tanto expectativas como temores, teniendo en cuenta los “alardes rupturistas” que algunos directores de escena someten a grandes obras de la música clásica, castigando innecesariamente al sufrido público.

En esta ocasión los temores han quedado plenamente disipados y no es porque las innovaciones hayan sido menores, todo lo contrario. Podríamos resumir esta presentación de La Flauta Mágica como una “versión pop” de la opera de Mozart. El acierto es que esta adaptación es plenamente respetuosa con el espíritu y la letra de la opera y a la vez profundamente novedosa en cuanto a su puesta en escena.

Una puesta en escena basada sobre todo en una influencia diversa que va desde el cine mudo y en especial las películas de Buster Keaton, a las imágenes psicodélicas de finales de los años 60 del siglo XX, pasando por la estética de la carteleria y pintura alemana de los años 20 y también en los dibujos de la literatura infantil mas creativa de mediados del siglo XX. Todo ello a través de la filmación de imágenes, fundamentalmente dibujos animados, que se proyectan de forma permanente sobre el escenario detrás de los intérpretes, mientras se desarrolla la opera. 

La presencia física de los interpretes resulta sorprendente  y con frecuencia hasta se puede dudar sino forman parte de la propia grabación cinematográfica, dada la perfecta integración con las imágenes que se están proyectando. 

La supresión de la narración y los recitativos, sustituidos por el mero acompañamiento del clave y los textos en la pantalla, en clara imitación del cine mudo, son igualmente otra novedad acertada.

Por ello gran parte del merito de esta representación hay que atribuírselo a Barrie Kosky y Suzanne Andrade, directores de escena y al formidable Paul Barrit autor de las imágenes animadas. El vestuario (años 20 y películas del cine mudo) y la oportuna iluminación son otras bazas que realzan la espectacularidad de la representación.

Si a todo ello le añadimos unos buenos intérpretes y una adecuada dirección de la Orquesta titular del Teatro Real, la conclusión es que estamos ante uno de los grandes hitos de la programación de los últimos tiempos, que personalmente será difícil que pueda olvidar.

Y un último comentario. La Flauta Mágica, que ha sido considerada por muchos autores como una muestra de la identificación de Mozart con la pujante masonería de la segunda mitad del siglo XVIII, es también una especie de cuento infantil, con elementos dramáticos (como deben ser todos los buenos cuentos infantiles que se precien) y con este montaje estoy seguro que a los niños y niñas de educación primaria y secundaria les fascinaría y sería una buena vía para adentrarse en el mundo de la Opera y de Mozart en particular. Es una pena que a los responsables educativos de nuestro país y de nuestros gobiernos autonómicos estas cosas ni se les pasen por la cabeza.








miércoles, 20 de enero de 2016

RASTAS Y BEBES: NUEVAS MANERAS EN EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


A principios de sexto de Bachillerato, el Padre Fidel, prefecto de mi curso, que no era muy simpático pero sí buena persona, me pidió que fuera mi padre a hablar con él. Así lo hizo. El motivo era decirle que yo no podía ir al colegio con esas melenas de “beatle” y que me tenía que cortar el pelo. “Mis melenas” era un poquito de patillas por encima de las orejas y un poquitín de pelo por detrás que no llegaba ni a rozar el jersey o la camisa. Mi padre en el momento le dio la razón, pero al final no le hizo mucho caso, no le importaba nada mi aspecto y además, él, que se había quedado calvo a los ventipocos años, se figuraba, con mucha razón, que pronto seguiría sus pasos. De manera que me pidió que me recortara algo el pelo y nada más.

Ya en la universidad me dejé el pelo largo y barba, emulando al Che Guevara y a los hippies. Poco me duró ese nuevo look.

Una tarde de septiembre de 1967 quedé con José María Mohedano, en aquel entonces responsable del Frente de Liberación Popular (FLP) en Derecho. Fuimos al cine Pompeya a ver una película de arte y ensayo, que ya no recuerdo. A la salida dimos un largo paseo desde la Gran Vía a Moncloa y muy solemnemente me comunicó que había sido admitido en la organización. Me puse contentísimo. Pero, añadió, a partir de mañana te tienes que cortar el pelo, afeitar la barba, quitarte esa ropa de progre-hippie y ponerte corbata y chaqueta. No puedes llamar la atención por tu aspecto ni en la facultad ni en las manifestaciones, ni en los repartos de propaganda, etc. Tuve que hacerle caso.

Destrozado por la pinta de pijo que se me quedó, lo comenté con mi amigo Javier García Fernández, “Panfle”, que cumplía a rajatabla esas normas de seguridad, aunque a él le gustaba y le sigue gustando ir así. Me dio una explicación convincente: que me fijara en las fotos de los Congresos obreros del siglo XIX y primeras décadas del XX, todos los participantes iban con chaqueta y corbata y la mayoría con sombrero. Más aun, Marx, Engels, Lenin y Trotsky iban habitualmente con corbata y chaqueta. Y añadió que la clase obrera, si podía, se compraba un traje para ponérselo los domingos. Quedé más tranquilo.

En la transición volví a dejarme el pelo largo y frondosa barba, hasta que lo del pelo largo resultó inviable por razones obvias y la barba blanca me daba aspecto de Papa Noel.

Mis hijos, mi yerno y mi sobrino Javi, todos ellos gente trabajadora y excelentes profesionales, suelen llevar pelos y ropas poco convencionales. Tengo que admitir que cuando uno de mis hijos se pintó el pelo de colores me rechinó un poco, como cuando el otro alguna vez se lo afeita al cero o cuando Javi llevaba unas rastas mucho mas largas que Bob Marley o Jimmy Cliff.

Por eso y por otras razones ni me molesta, ni me sorprende, todo lo contrario, que casi tod@s l@s diputad@s de Podemos tengan aspecto poco convencional y cuando vi la foto del grupo de diputad@s de Podemos en las escalinatas del Congreso me gustó. Lo que me hubiera dejado  estupefacto habría sido verlos con traje de chaqueta y con corbata y peinados como los del PP o los de Ciudadanos, incluso como bastantes del PSOE; habría pensado que es@s no eran l@s originales, que l@s habían cambiado.  

En cuanto a otros gestos y actitudes en el primer día del Congreso, que tanto han llamado la atención, yo en mis circunstancias actuales, seguramente no lo habría hecho. P.e. he tenido que prometer varias veces en mi vida la Constitución y siempre he seguido el guión preestablecido. Pero si ahora tuviera 33 años como Iñigo Errejon y fuera diputado de un partido que quiere marcar diferencias y cambiar las cosas a fondo, seguramente hubiera hecho lo mismo que ell@s. Y tampoco pasa nada. En cuanto al bebe de Carolina, no me puedo escandalizar mucho porque nosotros hemos llevado a nuestros hijos en el carrito a manifestaciones e incluso a las marchas a Torrejón contra la base norteamericana y a mis padres les parecía fatal.

En lo que si discrepo de Podemos y a fondo, es en esas declaraciones con las que dan a entender que con ellos por fin ha llegado la democracia al Congreso. La democracia llegó a las Cortes en julio de 1977, y por cierto la mesa de edad del primer día fue presidida por Dolores Ibarruri, de riguroso negro y por un colorido Rafael Alberti. Me figuro que cuando vieron aquella imagen, a muchos en nuestro país les dio un vuelco el corazón. Significativamente los diputados de la UCD eran mucho más respetuosos que algunos de los actuales.

Supongo que las dinámicas se normalizaran en sesiones sucesivas. Pero en todo caso no podemos obviar que detrás de los 69 diputados de Podemos, hay más de 5 millones de votantes, que se sienten plenamente identificados con ellos y que representan nuevas formas de entender la política y sobre todo la vida en general. Nuestra sociedad ha cambiado profundamente desde que yo estaba en 6 curso o en la facultad. Hoy muchos de los menores de 40 años tienen otros códigos y ya iba siendo hora que esa parte más vital, innovadora y rebelde de la sociedad española estuviera presente en el Congreso de los Diputados.

En todo caso yo prefiero mil veces a l@s dirigentes de Podemos sentados en el Congreso aportando sus propuestas, aunque haya muchos que no estén de acuerdo, que haciendo convocatorias tipo “rodea el Congreso”, que yo nunca compartí.




viernes, 15 de enero de 2016

MIGUEL POVEDA ENTRE EL "CANTE" Y EL "FLAMENCO-ROCK"


Tuve la gran suerte de conocer muy pronto la música de Miguel Poveda, con su primer disco de hace poco mas de 20 años, tras haber ganado la Lámpara Minera en el Festival de Flamenco de las Minas de la Unión de 1993. Desde entonces he sido un ferviente admirador suyo, de sus discos y sus conciertos y en el blog he escrito varias veces que le considero el mejor artista de la música española del siglo XXI (junto con Jordi Savall, en el ámbito de la música clásica).

Hace año y medio asistí a su Concierto en los Veranos de la Villa en Madrid y tengo que confesar que salí un tanto mosqueado. Poveda presentó algunas de las canciones que después recogió en su último CD “Sonatas y poemas para la libertad”. La gran novedad es que Miguel se hizo acompañar por baterías, guitarras eléctricas, teclados eléctricos…Se puede decir que su música sonaba a lo que se conoce como “flamenco-rock”.

A lo largo de ese concierto pensé mucho en como se sintieron la mayoría de los seguidores de Bob Dylan, empezando por Pete Seeger, cuando en el Festival de Newport de julio de 1965 a mitad de concierto cogio una guitarra eléctrica y llamó a tocar con él a varios grandes músicos eléctricos, que después conformaron el mítico grupo “The Band”. La que lío Bob Dylan en aquel concierto se repitió después en su gira por Inglaterra y Francia (de la que hay una buena prueba en el doble cd “Bob Dylan Live 1966”)

El público de Poveda no es como el de Dylan y Miguel triunfó en el citado concierto, nadie protestó ni mucho menos.

Tengo que aclarar que aunque desde los años 70 me ha gustado el flamenco rock e incluso algunas grabaciones de jazz flamenco, con el paso del tiempo me he vuelto un tanto purista al respecto y hasta me rechina bastante la utilización del cajón, que a finales de los años 70 Paco de Lucia importó de Perú. El propio disco de Morente con Lagartija Nick me hizo crujir un poco; (como diría mi hijo Juan es que me debo estar haciendo más conservador).

Viene este largo preámbulo para explicar que iba con cierta aprensión al concierto que Poveda ha dado a lo largo de toda la semana en Madrid.

Miguel empezó con el grupo mixto de músicos flamencos y músicos eléctricos, dirigidos por el maestro Joan Albert Amargós. Su versión de “Para la libertad” de Miguel Hernández, sinceramente me hizo añorar la que realizó en los años 70 Joan Manuel Serrat (sí, efectivamente, me estoy haciendo conservador). Continuó con poemas de Quevedo, Ángel González, García Lorca, Borges, Alberti, …(¡casi nada!). Siguieron sin gustarme los arreglos eléctricos, el sonido flamenco rock, aunque las letras son preciosas y la voz de Miguel es cada día mas impresionante y afortunadamente el acompañamiento instrumental no le tapaba la voz (como muchas veces sucede en los conciertos).

Tras presentar buena parte de este nuevo disco, Poveda se quedó solo con guitarra flamenca, cajón y palmas. Y entonces empezó lo bueno, lo buenísimo. Más de media hora de cante flamenco, “malagueñas”, “alegrías”, “bulerias”, “tangos”, “tientos”…como nos tiene acostumbrados y como solo él sabe hacer hoy en nuestro país. El público estaba entusiasmado (mucho más que en la primera parte del concierto, que sin duda también fue muy aplaudido) y empezaron los vítores y piropos. Terminó con una brillante selección de Lole y Manuel. Y al final del concierto ofreció una corta selección de coplas.

El pianista y compositor Joan Albert Amargós, además de dirigir al grupo instrumentista, es el autor de los arreglos. No voy a discutir la amplia y valiosa trayectoria de este músico, pero creo que realiza unos arreglos que pueden ser adecuados para un cantautor, pero resultan recargados para un cantaor flamenco como Poveda.

La pregunta que cabe hacerse es ¿para qué necesita Poveda transitar el camino del flamenco rock? La respuesta podría ser, para innovar, para enriquecer su obra, incluso para llegar a nuevos públicos, como en su día lo hizo Morente. El propio Camarón a partir de su controvertido lp “La leyenda del tiempo”, buscó nuevos horizontes para la renovación del flamenco. Es un propósito loable que muchos grandes músicos han tenido.

A pesar de ello,  insisto, en el caso de Miguel Poveda creo que debería continuar en el ámbito del cante flamenco, aunque pueda incorporar textos o poemas de grandes escritores, pero sin electrificar su música y dejando de lado unos arreglos instrumentales que no le aportan nada.

En todo caso, Poveda es y seguirá siendo la gran referencia de la música popular española de este tiempo.




miércoles, 13 de enero de 2016

DAVID BOWIE: UN MUSICO ROMPEDOR



Tengo que reconocer que David Bowie nunca fue uno de mis músicos preferidos. Peor aún, los dos discos que mas me gustaron fueron "Pin Ups" de 1973, un lp de versiones de canciones de otros artistas y grupos del pop y rock de la década de los 60, que no tuvo especial éxito de ventas, a pesar de que David las recreaba estupendamente y "Let´s dance", un formidable disco de música de baile de 1983, que cosechó buenas ventas pero criticas muy desfavorables y con el que yo disfrute mucho en el "Rockola" y en la Sala Morasol, donde los pinchaban con frecuencia cuando apareció el disco.

Muchos años después he vuelto a escuchar mas tranquilamente la larga serie de discos de Bowie y me han gustado algo más, pero desde luego sin entusiasmarme, aunque es verdad que fue un músico distinto, que desde el primer momento buscó salir de los caminos trillados, que con el apoyo de Lou Reed, de Brian Eno, de Mike Ronson, de Tony Visconti o de Nile Rodgers, logró con sus grabaciones, con su sonido y sus letras, y con la compañía por lo general de excelentes instrumentistas, tener un estilo muy peculiar.

Aparte de su faceta estrictamente musical, Bowie fue, especialmente en su juventud, un provocador nato que generó frecuentes polémicas en los ambientes conservadores, por como vestía, sus declaraciones  o sus relaciones amorosas. Hizo teatro, pintó, escribió y siempre estuvo abierto a las nuevas tendencias artísticas y musicales. Vendió muchos discos, influyó mucho y también tuvo épocas oscuras con adicciones a las drogas.

Ha muerto relativamente joven (incluso no llegó a los 71 años de su amigo Lou Reed) y al pie del cañón hasta el ultimo momento; deja una obra amplia e importante y un gran montón de seguidores, convirtiendose en la vejez en todo un clásico de la música moderna.


jueves, 7 de enero de 2016

UN GOBIERNO PROGRESISTA CON EL APOYO DE CIUDADANOS Y EL PNV




Estamos aún en los primeros tanteos para trazar pactos políticos y es normal que el proceso parezca difícil e incluso inviable. Se nota que en el ámbito político se ha perdido la costumbre de negociar, algo de lo que saben mucho los sindicalistas, como decía en el anterior post.

Quizás la primera cuestión a dilucidar es si se quiere o no descartar la repetición de las elecciones. Una repetición de las elecciones, salvo que Rajoy lo hiciera rematadamente mal en las próximas semanas y no hay por que contar con ello, a los únicos que beneficiaría seria al PP, que sumaría votos de Ciudadanos y mantendría y recuperaría los suyos. Todos los demás, incluso PODEMOS, seguramente perderían posiciones, ya que aparecerían como los responsables del fracaso negociador.

Que quede claro pues: con nuevas elecciones la ciudadanía giraría a la derecha y sería mucho mas factible un gobierno del PP. ¿Quién quiere este escenario, aparte lógicamente del PP? Tendrán que responder a esta pregunta aquellos barones y dirigentes socialistas que da la impresión que con tal de hundir a Pedro Sánchez, no les importa que vuelva a gobernar el PP, aunque fuera con la ayuda explicita o implícita del PSOE.

La segunda cuestión a tener muy presente es que las últimas elecciones, una vez más, han puesto de relieve que España mayoritariamente no es de izquierdas o al menos la izquierda no consigue convencer a mucha más gente para que les vote o para que no permanezcan en la abstención. La mejor radiografía posible nos sitúa en el centro izquierda. En otras palabras, hay que contar con el centro. La anticuada y acartonada campaña electoral de Pedro Sánchez y su obsesión con el “y tu más”, le ha alejado de las clases medias moderadas y tampoco ha convencido a las clases trabajadoras.

Mientras el PSOE fue capaz de atraer a las clases medias moderadas, logró mayorías, más o menos amplias. Esto no quiere decir que los socialistas tengan que girar a la derecha, ni mucho menos. Se trata de convencer a amplios sectores centristas que una política progresista, seria, bien construida y con garantías de ser cumplida, puede ser positiva para el progreso del conjunto de la sociedad española. Eso se llama lograr hegemonía política y dar seguridad y confianza al electorado, incluido el que no comparte lo sustancial de tu ideología.

En esa búsqueda de una nueva mayoría estable, la izquierda (PSOE, PODEMOS e IU), no deberíamos hacer ningún asco a un pacto con Ciudadadanos. No comparto y lo he escrito muchas veces, que Ciudadanos sea la “marca amable o blanca” del PP. Ciudadanos es un Partido en pleno proceso de construcción, situado en el puro centro, con rasgos mas de derechas en política económica y mas de izquierdas en política social o de derechos civiles y eso sí con rasgos todavía poco pulidos en materia de modelo de Estado. ¿Pero es que alguien piensa que un Ministro de Economía o Hacienda de Ciudadanos iba a ser más liberal que los socialistas Boyer, Solchaga o Solbes?

En mi opinión hay margen para que la izquierda pueda llegar a un acuerdo, de investidura o de legislatura, con Ciudadanos, máxime teniendo en cuenta que sus resultados se han quedado lejos de sus expectativas y que una repetición de elecciones pudiera ser letal también para ellos.

Y nos queda la trifulca entre el PSOE y PODEMOS. ¿Quién hubiera pensado hace un año y medio en la posibilidad de una negociación entre ambos? Nadie, porque las cosas que se decían unos a otros eran propias de profunda enemistad política. Es verdad que hay sectores de PODEMOS todavía ferozmente antiPSOE, como también es cierto que a numerosos barones y antiguos dirigentes socialistas se les abren las carnes ante la perspectiva de negociar con PODEMOS y están poniendo todas las dificultades posibles (aunque dicho sea de paso esos que tanto critican no le hacen ningún asco a los apoyos recibidos para gobernar en Asturias, Castilla La Mancha, Extremadura y Aragón).

Es evidente que hay diferencias políticas de envergadura entre estos dos partidos y que gobernar con el apoyo externo o en coalición de PODEMOS no va a ser nada fácil para el PSOE. Pero los socialistas deben asumir, cuanto antes mejor, que los tiempos de las mayorías de Felipe González se han ido para no volver. Así que tendrán que cambiar el chip y por supuesto esos barones y antiguos dirigentes deberán cesar en su impresentable actitud de moverle la silla a Pedro Sánchez. 

A su vez Pablo Iglesias e Iñigo Errejon deberán avanzar en ese difícil camino que están haciendo de “politizar” a su organización y tener muy presente lo que pudiera pasar de repetirse las elecciones con el reforzamiento de la derecha.

En ese contexto no creo que el tema del referéndum en Cataluña sea un obstáculo insalvable. En mi opinión resolver el conflicto catalán pasa, antes o después, por un referéndum, lo demás no es realista, a pesar del desastre en el que actualmente están sumidas las fuerzas independentistas y el bochornoso espectáculo de su pretendido Moisés dirigiendo al pueblo a la tierra prometida de la independencia.

Hay muchas formas y plazos para abordar la cuestión del referéndum, siendo quizás la más eficaz vincularlo a una reforma parcial de la Constitución. Nadie puede decir que una sociedad que fue capaz de transitar de una dictadura a una democracia en plena crisis económica y con el recuerdo de una guerra civil y medio millón de muertos, ahora no consiga encontrar una vía para superar el conflicto catalán. Si Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no son capaces de lograr una formula satisfactoria que encauce a medio plazo la división en Cataluña y que pueda ser negociada con el PP, Ciudadanos, el PNV y una parte de los nacionalistas catalanes, es que no merecen asumir responsabilidades de gobierno en nuestro país y se deben retirar de la política.

La autentica línea roja del PSOE y de PODEMOS debería ser afrontar en serio y buscar vías de superación al conflicto social en Cataluña, y en ese marco de soluciones, el referéndum, en la forma y plazo que se vea oportuno, puede ser un instrumento, pero nunca un fin. Dar una salida, aunque sea a medio plazo a la situación en Cataluña podría favorecer, además, el apoyo del PNV a la investidura de un gobierno progresista.

En definitiva, la izquierda debería esforzarse en un acuerdo de investidura y gobierno básico a tres bandas (PSOE-PODEMOS-IU), con el apoyo externo de Ciudadanos y PNV para la investidura. Cualquier cosa menos repetir elecciones. No es nada fácil, pero no imposible.






domingo, 3 de enero de 2016

"SUFRAGISTAS": UNA GRAN PELICULA Y UNA REALIDAD TODAVIA VIGENTE


Empezar el año yendo al cine, esta muy bien. Mas aún si es una excelente película como “SUFFRAGETTE” (“Sufragistas”).

Aunque es una realidad relativamente conocida, la lucha de las mujeres por el derecho al voto, no había sido tratada en el cine, salvo algunos documentales o películas en las que de forma colateral se hacia referencia a esta etapa de la lucha por la igualdad de derechos. No en balde la directora de esta película, la guionista y las productoras son mujeres.

Y más allá de la calidad de la película, su oportunidad es muy  evidente. Por dos razones fundamentales.

En primer lugar porque en la actualidad en las sociedades democráticas mucha gente, y en especial gente joven, desconoce que durante mucho tiempo a las mujeres se les negó el derecho al voto justificando esta aberración en que no tenían conocimiento, ni capacidad ni sesera para poder ejercer este derecho democrático esencial. Y lo decían tan campantes quienes entre otras cosas habían sumido a la humanidad en un cúmulo de desgracias, entre ellas la primera guerra mundial, el colonialismo o la explotación de la infancia en las fábricas y minas. Aunque ese terrible menosprecio de la mujer hunde sus raíces en tiempos y doctrinas muy lejanas, incluyendo doctos tratados de filósofos y teólogos.

Y la segunda razón, es que no estamos ante una realidad del pasado, sino que aun hoy hay países que siguen manteniendo esa actitud, algunos como Arabia Saudí una aliada protegida por las potencias occidentales y por supuesto por nuestro Estado. Da vergüenza decir que en pleno siglo XXI se mantiene esta violación de los derechos humanos. Como da sonrojo leer los datos que figuran al final de la película de en que año se reconoció el derecho al voto en algunos países europeos como Francia o Suiza. En España fue durante la primera época de la 2ª Republica, lo que se logro no sin la oposición o incomprensión de numerosos políticos de la derecha….y de la izquierda; (aunque luego estuvimos 40 años sin voto, mujeres y hombres).

Volviendo a la película, se centra en la toma de conciencia y evolución de una trabajadora, que sufre una triple explotación, económica, política y sexual y en cuyo miserable hogar cuelga un cuadro del Rey de Inglaterra, y al que hace saludar todas las noches antes de acostarse a su pequeño hijo.
La película liga de manera esplendida las contradicciones, las dudas y dificultades, el dolor y los costes de esa toma de conciencia. Y vincula de manera muy acertada la marginación política, la explotación laboral  y el sometimiento absoluto a la voluntad de los maridos.

Hasta ahora habíamos asociado casi siempre la lucha de las sufragistas con mujeres de las clases burguesas, intelectualmente preparadas, pero esta película y es uno de sus grandes aciertos, pone su atención en las mujeres obreras, sin preparación, sin medios, sin recursos culturales, sin redes de apoyo familiar. Mujeres cuya lucha aún tuvo mucho más valor ya que tuvieron que superar obstáculos todavía más difíciles y crueles.

La película muestra, además, la brutalidad de la represión policial, el mal trato carcelario, el boicot de los medios de comunicación, la burla despiadada de muchos vecinos, y la incomprensión de otras muchas mujeres e incluso compañeras de trabajo. Son imágenes impactantes sobre todo para quienes puedan tener una visión light o hasta “simpática” de las luchas de las sufragistas.

Esta muy bien tratado el paso de la rebelión vital a la toma de conciencia política y organizativa, del malestar individual al compromiso colectivo y también escuchamos en la película  argumentos utilizados en contra por políticos y policías, que a much@s les sonaran conocidos por haberlos oído en España en tiempos de la dictadura.

Por otra parte resulta tremendo que un político como Lloyd George, que aún no siendo laborista, luchó denodadamente durante muchos años como diputado y como Ministro  por los derechos sociales y por la mejora de las condiciones de vida de las clases trabajadoras inglesas, logrando importantes avances, no apoyara el derecho al voto de las mujeres. 

La película no solo es buena por el tema, es muy entretenida, tiene un buen ritmo, una estupenda banda sonora, sino que además cuenta con unas actrices excelentes, incluida unas brevísimas pero muy simbólicas apariciones de Meryl Streep.

Si yo fuera Ministr@ de Educación del próximo gobierno de España o fuera Consejer@ de Educación de cualquiera de los gobiernos autonómicos, no dudaría en pasar esta película y un posterior debate y trabajo, en todos los colegios de nuestro país. Seguro que, entre otras cosas, algo se ganaría en prevención de la violencia de género.

En todo caso, mi más absoluta recomendación, para que nadie se la pierda.