lunes, 31 de marzo de 2014

POBREZA EN ESPAÑA: AL MINISTRO MONTORO NO LE GUSTAN LOS INFORMES DE CARITAS


Hace dos semanas el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, recibió a una representación de las más importantes ONGs que en nuestro país se dedican a trabajos relacionados con la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Iban, entre otros motivos, a presentarle el último Informe publicado por Caritas y elaborado por la Fundación Foessa sobre “Precariedad y exclusión social 2014”. El Ministro, aunque valoró positivamente la actividad que aquellas vienen haciendo, les indicó que las cifras que se manejaban en este Informe no tenían nada que ver con la realidad, que él en persona constataba cada día que paseaba por las calles. Nos podemos figurar la cara que se les puso a las ONGs.

Unos días después, una vez presentado el Informe citado a los medios de comunicación, Montoro ha vuelto a insistir, indicando que son “solo estadísticas”, “que los conceptos están mezclados”  y que la realidad es muy otra. No sé muy bien porque calles pasea el Ministro Montoro y si el paseo es literalmente andando o se reduce a recorrido en coche oficial. Pero incluso aunque solo dé vueltas por los barrios mas favorecidos de nuestras ciudades, se tropezara una y otra vez con la realidad de la pobreza. Pero “anécdotas”  aparte, lo peor es que ni Montoro ni sus asesores parecen haber leído el informe de Caritas. Un informe con varios capítulos que bajo la denominación “Profundizamos” y “Debatimos”, analiza con rigor y detalle diversos aspectos parciales de la precariedad, la pobreza y la exclusión en España, con voces plurales y sin pizca de demagogia o trazo grueso.

Lo primero que hay que resaltar es que, a diferencia de lo que sucedió con los primeros Informes de Foessa, que por la escasez de datos públicos existentes, las aproximaciones que se hacían a la realidad de la pobreza en España eran estimaciones con un evidente margen de error, los últimos Informes se han basado en las estadísticas oficiales que elabora el Instituto Nacional de Estadística, organismo publico de reconocida fiabilidad y cuyo máximo responsable suele ser una persona de confianza del gobierno de turno. Así que “esas estadísticas” que desprecia Montoro, proceden de la Encuesta Anual de Condiciones de Vida realizada por el I.N.E., que además se ajusta a criterios homologados por la Unión Europea.

Como ya he escrito en otros post, la Unión Europea, que esta especialmente preocupada por la evolución de la pobreza, (cuestión distinta es lo que haga para erradicarla), ha ido perfeccionando los criterios de medición de la pobreza y en la actualidad cuenta con tres bloques de indicadores (AROPE): hogares con ingresos por debajo del umbral de la pobreza que en el año 2012 se situaba en España en 7.182 euros/persona/año; hogares con todos sus miembros activos en paro; hogares con privación material severa (en función de unos indicadores de consumos básicos). La combinación de estos 3 indicadores se traduce en España en un porcentaje del 28% de la población en riesgo de pobreza o exclusión social. Que no quiere decir ni que todos sean pobres, ni que todos tengan la misma situación socioeconómica. Y como siempre insisto, no es lo mismo el umbral de pobreza en España, los citados 7.182 euros/persona/año, que en países de África, Asia, Latinoamérica o el Este de Europa. Es por tanto un riesgo de pobreza en relación a la realidad de cada país.

Pero teniendo claro lo anterior, lo cierto es que la pobreza severa, ingresos por debajo del 30% de la mediana, alcanza en España el 7% de la población y los hogares sin ningún tipo de ingresos (ni derivados del trabajo ni de prestaciones públicas) suman 700.000, con una población estimada de más de 1,5 millones de personas. Por tanto, pobres y en condiciones muy dramáticas, haberlos, haylos, se ponga como se ponga Cristóbal Montoro.

Pero lo más tremendo no es ya la evolución creciente de los riesgos de pobreza. Lo peor es la evolución de la desigualdad. Porque un país puede asumir un proceso de empobrecimiento generalizado, por razones económicas, de desindustrializacion o deslocalización por  la globalización, por reducción de su competitividad, etc. Lo que realmente es inasumible, es que una parte del país se empobrezca y otra parte mejore, profundizando la desigualdad y rompiendo la cohesión social; lo que en el Informe de Caritas se denomina: “la fractura social se ensancha”.

Desde el 2010 las rentas derivadas del trabajo han cedido dos puntos y medio en relación a la riqueza nacional (PIB) a las rentas empresariales y mixtas. La relación entre el 20% más pobre y el 20% más rico, ha crecido un 30% desde el 2007. En otras palabras, durante la crisis esta habiendo una transferencia de recursos desde las clases trabajadoras y clases medias hacia las clases altas. Dicho de otra manera, no todos se han visto perjudicados por la crisis. Evidentemente el estancamiento y la caída del PIB en los últimos años, se traduce en que España en el año 2013 sea algo más pobre que en el 2008. Pero sobre todo es un país más desigual.

Ese crecimiento de la desigualdad que esta convirtiendo España en unos de los países mas injustos del mundo, es lo que debería alarmarnos a todos.

Esta realidad es la que no le gusta a Montoro, a pesar de que se la pongan encima de la mesa organizaciones como Caritas, Cruz Roja, Unicef, EAPN…nada sospechosas de radicalismo y que encima lo hayan hecho con datos públicos.

En mi opinión deberíamos dejarnos de zarandajas abstractas, de debates identitarios o de reformas constitucionales, y situar el eje de las próximas convocatorias electorales en como reducimos la desigualdad, la pobreza y la exclusión en España.





miércoles, 26 de marzo de 2014

ARMANDO LOPEZ SALINAS: UN COMUNISTA EJEMPLAR


Acabo de llegar del Tanatorio y despedir a Armando López Salinas. No voy a glosar su personalidad como escritor o dirigente del PCE. Otros lo están haciendo mejor que yo. Tan solo recordar algunas vivencias personales.

Conocí a Armando a principios de los años 70. Cuando venia con cierta frecuencia por nuestro despacho de Españoleto 13 a celebrar una reunión, tener un contacto, a darnos noticias o a recoger alguna firma.

Hoy día muchos no sabrán o recordaran el tenaz y difícil trabajo que en los años 60 y 70 realizaban algunos intelectuales y dirigentes comunistas para impulsar actividades con la emergente oposición democrática. Conseguir que un monárquico, un liberal, un democratacristiano o incluso un socialista, un teólogo, escritor, catedrático, pintor o actor de prestigio, etc., firmara una carta de denuncia de detenciones, torturas, prohibiciones o en general a favor de la democracia, de la amnistía, a menudo resultaba difícil, sobre todo si quienes estaban detrás de la iniciativa eran los comunistas. Y en esa labor Armando era único. Gozaba del prestigio y reconocimiento. Además siempre iba dando ejemplo. Era el primero o  de los primeros que firmaba.

También se encargaba de ir a ver a diplomáticos, obispos, personalidades diversas. Siempre pidiendo democracia. Siempre defendiendo a los presos políticos. Fue uno de los artífices de la superación del aislamiento político que sufría el PCE desde el final de la guerra civil. Sus vínculos con los intelectuales y artistas demócratas, se basaba en buena medida en su ejemplar actitud, en su modestia, en su tenacidad y en el esfuerzo que le había supuesto abrirse camino como escritor, con su modestísima procedencia de clase obrera sin posibilidad de acceder a estudios superiores.

Toda los  policías de la brigada político-social le conocían. Por ello acumuló detenciones, cárceles, multas, citaciones en la Dirección General de Seguridad o en el Juzgado de Orden Público. Y siempre, siempre, mantenía la  sonrisa, entre animosa y socarrona. Cuando en aquellos años hablaba con nosotros en el despacho irradiaba optimismo. A veces demasiado, como le sucedía a Simon Sánchez-Montero o a Lucio Lobato.

Otra característica de Armando era su absoluta disciplina con la dirección del Partido. Aunque no siempre estuviera de acuerdo. No era de los que montaban bandos o se metía en conspiraciones internas. Era un dirigente sin ambiciones de trepar, ni tampoco de figurar mas allá de lo que requiriera su trabajo político.

Tuve la suerte de trabajar junto a él en el Consejo editorial de la Revista teórica del PCE, “Nuestra Bandera”, de la que en una etapa, tras la expulsión de los renovadores, nos hicimos cargo un grupo de militantes entonces afines a Santiago Carrillo. Armando no disimulaba sus posiciones ideológicas, muy en la línea comunista mas ortodoxa, pero no era sectario y era partidario de que la revista fuera lo mas plural posible y se publicaran artículos que él no compartía, con el único requisito de que tuvieran nivel teórico o político.

Después seguimos caminos políticamente algo diferentes, pero nos seguimos viendo en actividades de IU y sobre todo en las manifestaciones, a las que nunca faltaba. Incluso con más de 85 años me lo encontraba junto con otro camarada histórico, Víctor Díaz Cardiel. Nos saludábamos con afecto y comentábamos la situación política. Fue coherente hasta el último día.


Cuando hoy oigo a esos que dicen que todos los políticos son iguales, recuerdo a muchos, a muchísimos, que son o han sido un dechado de honestidad, militancia, dignidad y humildad. Armando fue uno de ellos.  

martes, 25 de marzo de 2014

MARCHA DE LA DIGNIDAD DEL 22 DE MARZO: ALGUNAS CONCLUSIONES



Todos los que el pasado día 22 participamos en Madrid en la Marcha de la Dignidad, pudimos sacar algunas conclusiones.

La primera y fundamental: la magnitud de la concentración. Cientos de  miles de personas atiborraban el eje más ancho de la capital, desde antes de la Glorieta de Atocha hasta la Plaza de Colon.

La segunda. De nuevo estábamos juntas varias generaciones. Jóvenes, maduros y mayores.

La tercera. La gran diversidad de la gente presente. Miles y miles de banderas, carteles, pancartas  y símbolos, reflejando la pluralidad de los que no estamos de acuerdo con las políticas neoliberales del gobierno de nuestro país, la diversidad de los agravios y recortes que estamos soportando.

La cuarta. El carácter democrático, tranquilo y ordenado de la marcha durante más de 3 horas.

Y en esa multitudinaria, plural y pacifica demostración, irrumpieron los violentos. Consiguiendo el objetivo mas preciado para muchos de los destinatarios de la protesta: que esa noche y en días sucesivos se hablara sobre todo de los actos de violencia y se mostraran casi exclusivamente las imágenes del vandalismo. Mejor regalo, imposible. Cada pedrada, rotura de cristales o ataque con palos, son miles de votos que irán en mayo a las papeletas de la derecha. Así de claro y sencillo.

Es evidente que la policía no supo o no quiso actuar de manera adecuada para aislar y controlar a los provocadores. No se supo o no se quiso preveer la magnitud de los altercados. Además algunas de las actuaciones policiales pudieron haber provocado reacciones de pánico incontrolable de miles de pacificas personas. Pero, teniendo esto muy presente, no puede servirnos de pretexto para atenuar la responsabilidad de aquellos  que van a las manifestaciones con esos monumentales palos, no para defenderse, sino para atacar.

No sé si una parte de los provocadores violentos eran infiltrados de la ultraderecha  o manipulados por servicios parapoliciales. Ese es un argumento que a veces en la izquierda solemos utilizar. Pero lamentablemente en la historia de nuestro país tenemos una larga tradición de violencia de ultraizquierda que se remonta a principios del siglo XX, que aunque haya sido muy minoritaria siempre ha resultado nefasta para el avance de las ideas progresistas. En ese terreno la izquierda llevamos todas las de perder. Por eso resultan inadmisibles algunas pancartas que se vieron o algunas consignas que se gritaron en la marcha. No se puede hacer referencias a “la dinamita”, ni en broma. Como tampoco se puede ir a las puertas de los Juzgados a solidarizarse con quienes han sido detenidos con las manos agarrando palos y piedras. O nos separamos radicalmente de ellos  y les condenamos y denunciamos sin tapujos, o pagaremos un coste.

Por otra parte resulta sorprendente que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad sean incapaces de desarticular a esos grupos violentos, a no ser que venga bien tenerlos por ahí sueltos haciendo fechorías, esperando que sus acciones perjudiquen a la izquierda. Si se ha conseguido desmantelar a un grupo terrorista súper clandestino como ETA, no creo que sea más difícil hacerlo con los violentos urbanos de Madrid y Barcelona.

Dicho esto, la última y quizás mas importante conclusión. Esa capacidad y esfuerzo movilizador no puede ni perderse ni agotarse o deshilacharse en si misma. Hay que traducir esa fuerza pacifica y democrática en la calle en fuerza en las urnas o de lo contrario servirá de poco. Los gobiernos y las políticas se cambian con las urnas. Si el 25 de mayo y en las posteriores elecciones autonómicas, locales y generales, sigue ganando el PP, seguiremos cabreados, pero impotentes. Y este es un trabajo difícil. Llevamos tres años en los que desde el malestar y la protesta, también se esta alentando el antipartidismo, la antipolítica, el “todos la misma mierda son”. A ver como revertimos esa animadversión hacia la política y conseguimos que vayan a votar.

Resulta descorazonador ver los datos de las encuestas, por muy provisionales que sean y distantes que estén aun las elecciones. IU ha tocado claramente techo. Y el conjunto de las “otras izquierdas alternativas”, no llegan al 3%. Así vamos mal. Es dramática la tremenda fragmentación de todos los que se sitúan a la izquierda del PSOE y su incapacidad para ofrecer una propuesta común, de la que la dirección de IU tiene cierta responsabilidad. Muchos prefieren ser cabeza de ratón a cola de león (escribiré un próximo post sobre esta cuestión).  


El 3 de abril los sindicatos europeos van a salir de nuevo a la calle frente a la política neoliberal de la troika. Será otra buena ocasión para manifestar nuestra protesta, antes de que empiece la campaña electoral.

viernes, 21 de marzo de 2014

ADOLFO SUAREZ: ¡MUCHAS GRACIAS!


El nombramiento de Adolfo Suárez como Presidente del Gobierno el 3 de julio de 1976,  nos pilló de vacaciones en la casa de mis abuelos en Ramales (Santander). A partir de ese día, todas las mañana mientras desayunábamos escuchábamos el todavía “Diario Hablado” de Radio Nacional de España. No nos podíamos creer lo que estábamos oyendo.  Parecía que ¡por fin! la Dictadura se estaba alejando. Nos sentíamos felices. Al igual que Lola González Ruiz y Javier Sauquillo, mi hermana Elisa y Luis Javier Benavides, con los que nos vimos varias veces en ese verano. Al acabar las vacaciones, Elena y yo decidimos que ya podíamos tener un hijo, porque nacería en libertad. Justo un año después nació  nuestro Javier.

Durante los meses siguientes, seguimos luchando por la democracia. Del gobierno de Suárez no compartíamos ni los tiempos, que considerábamos demasiado lentos, ni las formas, que veíamos demasiado respetuosas de la legalidad franquista. Por eso nos opusimos a votar en el Referéndum de la reforma política y montamos nuestras mesas explicativas en las calles de las ciudades y por ello, seguimos manifestándonos, haciendo huelgas, saliendo abiertamente a la superficie, repartiendo carnets y distribuyendo nuestra prensa…Pero lo importante es que tras mas de 20 años de estar defendiendo casi en solitario la política de Reconciliación Nacional, los comunistas teníamos un interlocutor en el otro lado que apostaba por la democracia.

Recuerdo de aquellos meses que a pesar de las evidentes diferencias políticas, Suárez “nos gustaba”. Una tarde en la casa de Cristina Almeida, donde estábamos reunidos una parte de la célula de abogados del PCE, interrumpimos la reunión para escuchar una de sus alocuciones televisadas. Todos nosotros estábamos embelesados y al terminar de oírle, no le aplaudimos por vergüenza torera, pero bien de ganas que teníamos. Como recuerdo igualmente las veces de haber comentado con Elena que después de oír a Suárez, “casi” nos convencía.

¡Teníamos tantas ganas de democracia!

Suárez, a pesar de su procedencia, limitaciones y compromisos, no fue un espejismo. Ni mucho menos palabras bonitas pero vacías. Se la jugo  y de que manera legalizando primero al PCE y después a CCOO. La izquierda política y social española nunca reconoceremos suficientemente el valor político y el coraje personal que demostró Suárez en la primavera de 1977.

Pero no acabó allí su tarea. Ahora que tantos indocumentados y reaccionarios de distinto signo están denostando la Transición, no esta mal recordar el apoyo de Suárez a una Constitución en su día modélica, avanzada e integradora, como muy pocas hay en el mundo democrático. Y tanto la Constitución como las reformas modernizadoras y progresistas que impulsó Suárez a partir de los Pactos de la Moncloa, eran terriblemente atacadas por la derecha política y económica. El presidente de la CEOE, el refinado Ferrer Salat, se fue a New York a denunciar la”cubanización” de España, que según él estaba iniciando el gobierno de Suárez bajo la influencia de Santiago Carrillo.

¡Las cosas que teníamos que escuchar cuando íbamos a reuniones con los empresarios! O en comidas con familiares. O los insultos que le dirigían a Suárez los ejecutivos y profesionales con los que yo compartía el gimnasio en el barrio. Sí, Adolfo Suárez no les gustaba nada a una buena parte de las elites políticas y económicas de nuestro país y por ello se lo cargaron, con la inestimable ayuda del Ejército y la permisividad del Rey.

Suárez siguió siendo un político digno y honesto. Ojala hubiera conseguido mantener a la UCD como expresión política del centroderecha español, Muy diferentes habrían sido las cosas. No hay más que comparar su actitud y la que después han mantenido Fraga, Aznar y Rajoy.

La ciudadanía de nuestro país tenemos mucho que reconocer a Adolfo Suárez. Sin minusvalorar casi 40 años de luchas populares que en definitiva hicieron posible e irreversible la consecución de la democracia, tenemos que aceptar que sin Adolfo Suárez el camino hacia la libertad hubiera sido mucho más largo, más sangriento y doloroso y posiblemente con peores resultados.

Así que ¡¡¡MUCHAS GRACIAS SUAREZ!!!.




martes, 18 de marzo de 2014

DIALOGO SOCIAL: EL DIFICIL PAPEL DE LOS SINDICATOS


Aunque se masque en el aire que estamos a las puertas de la campaña de las elecciones al Parlamento Europea, más vale tarde que nunca. Mariano Rajoy se ha comprometido con los Sindicatos y la Patronal a abrir un proceso de dialogo social. No es la primera vez que lo hace en esta legislatura, pero esperemos que esta vez vaya en serio.

Los temas que inicialmente se ha previsto tratar son de gran calado: la reforma fiscal, la protección social para los colectivos más perjudicados por la crisis, la negociación colectiva para el próximo bienio (esta materia a negociar exclusivamente por parte de los Sindicatos y la Patronal) y la reforma de la formación ocupacional. Estos son los temas sobre los que hay consenso tratar, pero a nadie se le oculta que para los Sindicatos este posible dialogo social no es un borrón y cuenta nueva. No se van a olvidar dos años de recortes y plantearan en alguna fase de la posible negociación la reversión de al menos los mas significativos retrocesos.

Habrá quien se pregunte qué sentido tiene iniciar un proceso de negociación tras mas de dos años de recortes, tras la obstinación en continuar con una política económica en que cuadrar el déficit según las indicaciones de la troika ha sido  la prioridad número uno.

A nadie se le oculta y desde luego a CCOO y a UGT en absoluto, que esta es una apuesta arriesgada, con posibilidades de que no se llegue a ningún punto de acuerdo o que donde el Gobierno este dispuesto a ceder sea en temas de segundo orden.

Los Sindicatos llevan dos años en la calle. Un domingo sí y otro también. Solos o junto a la Cumbre Social, las mareas sectoriales, las organizaciones feministas, el mundo de la cultura u otros movimientos reivindicativos. El próximo sábado 22 de marzo tenemos una importante cita en Madrid, con la culminación de las marchas por la dignidad, a las que se han sumado CCOO y UGT. El 3 de abril están convocadas grandes movilizaciones en toda España y en el conjunto de la Unión Europea por los Sindicatos Europeos, exigiendo otra política económica y medidas eficaces contra el paro. Se han hecho dos huelgas generales y varias sectoriales o territoriales. Hemos hecho política de resistencia a tope.

Así que por movilizarse que no quede y se va a seguir haciendo, mientras haya motivos para ello.

Pero las movilizaciones sin resultados palpables corren el riesgo de ir debilitándose. Ejemplos elocuentes los hemos tenido en los últimos meses. Los Sindicatos están para defender a las clases trabajadoras y conseguir que mejoren sus condiciones de vida. Tienen que lograr objetivos, no solo protestar, denunciar o exigir. No solo realizar una contundente oposición, hay que lograr que las cosas cambien.

Y los cambios se hacen por dos vías. Derrotando en las urnas a los gobiernos que actúan contra los derechos de la mayoría de la población y ocasiones vamos a tener en los próximos meses. Y mientras tanto, negociando con los que tienen el Boletín Oficial y los Presupuestos en su mano.

Por ello han acertado Ignacio Fernández Toxo y Candido Méndez aceptando inmediatamente la apertura de una negociación. Son sindicalistas, no filósofos o estetas. Y, repito, no va a ser nada fácil, como no lo fueron a priori las numerosas negociaciones en las que han participado los Sindicatos desde el desarrollo de los Pactos de la Moncloa hasta hoy.

He tenido la ocasión y la gran suerte de estar en muchas de ellas y los primeros momentos de negociación con Abril Martorell, con Fuentes Quintana, con Solchaga, con Almunia, con Solbes, con Zaplana, etc., no animaban mucho a pensar que se iban a dar avances positivos. Y lo logramos, desde luego que no siempre ni en la medida que queríamos. Se rompieron y frustraron muchas negociaciones. Pero también es verdad que detrás de cada conquista social de los últimos 37 años ha estado el esfuerzo movilizador y la inteligencia negociadora de CCOO y UGT.

Hoy las posiciones entre el Gobierno, la Patronal y los Sindicatos están muy, pero que muy distantes. No nos hacemos ninguna ilusión al respecto. Pero nuestra obligación es intentarlo, sin generar falsas expectativas, con absoluta transparencia sobre el proceso negociador, informando puntualmente a la sociedad de cómo van las cosas.

Los millones de parados de nuestro país, las cientos de miles de familias en situación de pobreza, no quieren mas bonitas palabras de los gobiernos, ni meras consignas o denuncias de los Sindicatos y de la oposición política. Quieren soluciones, resultados. Tenemos que intentarlo, a pesar de que quienes se sientan enfrente sean Rajoy, Montoro, Guindos o Fatima Bañez, los mismos que llevan dos años imponiéndonos recortes.





jueves, 13 de marzo de 2014

GERARD MORTIER: UN GRAN REVULSIVO EN LA OPERA MADRILEÑA


La muerte de Gerard Mortier, Director artístico del Teatro Real de Madrid desde enero del año 2010, ha dado lugar a numerosos y merecidos recordatorios sobre su valía, sobre las innovaciones que introdujo en el mundo algo encorsetado de la Opera y también de las frecuentes polémicas que originó entre el público y la crítica.

Ha dado la casualidad que la llegada de Mortier a Madrid coincidió con el inicio de mi condición de abonado a la temporada de Opera, así que he podido asistir como privilegiado espectador a casi todas las Operas que en estas cuatro temporadas montó.

Desde luego no soy un experto en la Opera, aunque sí un amante desde hace bastantes años y he disfrutado y disfruto de las grandes grabaciones fonográficas y de algunos videos seleccionados. Y tengo que decir que Mortier era especial y distinto. Los montajes que impulsó en Madrid no dejaban indiferente. Irritaba, sorprendía, deslumbraba. He visto marcharse gente del patio de butacas en medio de las representaciones y huidas casi masivas en los entreactos, lo que teniendo en cuenta los precios de las entradas, dice mucho del grado de irritación que podía causar. Y a la vez en esas mismas representaciones he oído grandes aplausos y bravos encendidos. Hay quien dice que Mortier ha tenido la gran virtud de rejuvenecer el anquilosado sector de abonados de la Opera madrileña y que ya era hora.

Pero dicho todo esto, caben algunas reflexiones sobre la “actualización” de la representación operitisca. Ya he escrito en este blog al menos dos post sobre este tema. Pero voy a insistir.

Es curioso que en el mundo de la Opera haya surgido desde hace ya décadas un movimiento de profunda renovación de los montajes, en unos casos situándolos en la época actual, en otros creando una escenografía rompedora, cuando no provocadora, y en ocasiones utilizando los medios tecnológicos de los que hoy disponemos, incluidos los videos, para contextualizar o apoyar el desarrollo de la trama operística. Nunca sabremos que hubieran pensado los autores de esa recreación de su obra.

Sin embargo en el mundo de la música clásica hemos asistido al surgimiento y triunfo de un movimiento justo en dirección contraria: ”las interpretaciones  historicistas”, el afán por sonar exactamente igual a como sonarían Bach, Haendel, Monteverdi, Mozart o Haydn, apoyándose para ello en la reconstrucción de instrumentos exactamente iguales a los de hace trescientos o cuatrocientos años y tocándolos como se supone se hacia en el siglo XVII o en el siglo XVIII. Esa corriente historicista, que ha alcanzado incluso a Beethoven y a los grandes maestros del romanticismo, iniciada en los años 60 y 70 del siglo XX especialmente por Gustav Leonhardt y Nikolaus Harnoncourt, ha generado numerosas orquestas, conjuntos, cuartetos o solistas, que tienen el máximo predicamento entre los amantes de la música clásica y que han dado una nueva vida, un nuevo color y sonido, sobre todo a la música del Barroco.

Me figuro que si los grandes directores y solistas de la corriente historicista hubieran asistido los días pasados en Madrid a la representación del  “Alceste” de Gluck, se habrían quedado espantados, aunque también es verdad que los propios Leonhardt y Harnoncourt han ido suavizando con el paso de los años su inicial intransigencia historicista.

La catarsis de Mortier se apoyo en Directores de escena prestigiosos o de gran afán renovador y por ello hemos podido disfrutar de inolvidables representaciones, sin duda muy polémicas, pero muy impactantes: “Cosi fan tutte” de Michael Haneke, “Poppea e Nerone” de Krzysztof Warlikowsky, “The Indian Queen”, “Iolanta”, “Persephone”  y sobre todo “Tristan e Isolda” de Peter Sellars, “Mahagonny” de La Fura del Baus, “The life and death of Marina Abramovic” de Robert Wilson o la muy discutida “San Francisco de Asis”.

Junto a ese paso por Madrid de esos directores de escena, Mortier consiguió renovar a fondo el repertorio del Teatro Real, ofreciendo Operas menos conocidas y sobre todo Operas del Siglo XX, e incluso del siglo XXI, encargadas por el propio Teatro Real.

También hay que admitir que algunas Operas modernas, de una calidad estrictamente musical más que dudosa, p.e. el reciente estreno de “Brokeback Mountain”, solo se puede digerir con un montaje audaz e innovador, como sucedió en este caso.

Esa dinámica impuesta por Mortier ha tenido un notable efecto añadido, como es la puesta al día de la Orquesta del Teatro Real, que ha ganado en calidad, afrontando los retos que han tenido que asumir, en general, con éxito.

El Teatro Real de Madrid, por tanto, se ha colocado de la mano de Mortier entre los más innovadores del mundo. Cuestión distinta son los resultados y el aval de los espectadores.

En los últimos tiempos y gracias a la iniciativa de algunas cadenas de cine, el publico español (como el de otros muchos países) estamos teniendo la oportunidad de asistir desde el patio de butacas a la representación en directo o en diferido de grandes representaciones en los mejores escenarios del mundo: Metropolitan de New York, Covent Garden de Londres, La Scala de Milán, etc. con las mejores voces, orquestas y directores. En general en estos Teatros de Opera no se hacen innovaciones rompedoras, en todo caso montajes con cierto aire moderno, ¡pero que espectáculos!, ¡que medios escénicos! Y eso que verlo en cine no es  lo mismo que asistir en directo en el Teatro, aunque el sonido sea magnifico y veas con detalle las caras de tenores y sopranos. Y he de decir que ninguna de las bastantes que ya he visto me ha defraudado y que nadie ha abandonado el patio de butacas (y eso que suelo ser de los mas jóvenes de los espectadores).

La Opera de Madrid ni de lejos tiene esos medios, ni esos recursos para pagar esas voces y directores. La opción de Mortier ha sido  sustituir la falta de medios y recursos, con montajes y obras de impacto. Es una opción, polémica, pero muy inteligente.

La etapa de Mortier no será fácilmente olvidada por los aficionados. Difícil papel tiene el nuevo director, Joan Matabosch. El secreto podría ser combinar, sin excesivos sobresaltos, innovación y tradición.









martes, 11 de marzo de 2014

LA TROIKA AHORA A POR FRANCIA E ITALIA


La Troika no descansa. Una vez bien apretadas las clavijas a Irlanda, Grecia, Portugal y España, ahora vuelven a insistir en sus advertencias a Francia e Italia. Y eso a pesar de las nefastas consecuencias de sus recetas.

Aunque a nosotros tampoco nos dejan tranquilos: nos dan una de cal y otra de arena. Reconocen que hemos avanzado bastante en las reformas y medidas de contención del gasto, pero avisan que no nos podemos conformar y que deberemos seguir apretándonos el cinturón, unos mucho mas que otros, por supuesto.

Pero la Troika no esta tranquila con la situación de Italia y Francia. Quieren dejar todo bien amarrado, por lo que pueda pasar en las elecciones al Parlamento Europeo del próximo mes de mayo, no sea que las fuerzas progresistas tengan mayoría y haya un cambio en las instituciones Comunitarias.

Es evidente que el tono que emplean con Francia e Italia es mas suave y cuidadoso que con los demás países del Sur de Europa. No en balde se trata de la tercera y cuarta potencia de la Unión. Pero aun y así, el mensaje es claro: tienen que acelerar y profundizar sus reformas y muy en especial la reducción de las administraciones públicas y los servicios públicos.

Es un evidente toque de atención a dos gobiernos, “algo distintos”, con “políticas un poco diferentes”, que no encajan a la perfección en el modelo que la Troika considera el apropiado.

Hollande, a pesar de su reciente giro a la moderación en relación con  su programa inicial, lo que dicho sea de paso le esta acarreando una intensa caída de respaldo entre la ciudadanía francesa, sin embargo sigue siendo considerado poco ortodoxo para los neoliberales, porque hasta el momento se ha negado a reducir las políticas sociales y los servicios públicos en la medida que le gustaría a la Troika.

En cuanto a Matteo Renzi, nuevo Jefe de Gobierno de Italia, lo que ha recibido es un claro aviso, por si se le ocurre sacar los pies del tiesto y hacer una política autónoma. La Troika tenía controlado al anterior Jefe de Gobierno, Enrico Letta. No es que yo crea que Renzi sea muy de izquierdas, es más pienso que podría ser el Tony Blair del centro izquierda italiano, pero es un personaje aparentemente impulsivo, con ganas de marcar territorio y que consideraba pusilánime a su antecesor. Por si acaso quiere ir por libre, la Troika le señala lo que tiene que hacer.

No podemos seguir así.

Las elecciones europeas de mayo tienen que ser el punto y aparte de estas políticas neoliberales y de estas actitudes de ordeno y mando por parte de una Troika que la ciudadanía europea ni ha elegido ni controla.

El próximo quinquenio es el que va a marcar la Europa post-crisis, por eso es tan importante que al frente de las instituciones de la Unión estén otros políticos que impulsen otras políticas. Los progresistas tienen que conseguir la dirección de Europa para retomar el camino de la consolidación de una sociedad integrada, cohesionada, solidaria. Tenemos que reconstruir el Pacto Político y Social que en la segunda posguerra europea permitió el desarrollo de los Estados de Bienestar Social y el proceso de la Unión Europea.

Si queremos que la Troika no imponga sus recetas ni aquí ni en Francia ni en Italia  ni en ningún otro país, debemos hacer un gran esfuerzo de movilización para que el 25 de mayo nadie se quede en su casa sin ir a votar y nadie vuelva a votar a los que nos han conducido al desastre.

Y algo mas cerca tenemos una cita importante: el 22 de marzo las marchas solidarias a Madrid. Hay que llenar las calles de la capital con nuestra presencia y nuestras propuestas.






viernes, 7 de marzo de 2014

8 DE MARZO, DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA: CONTRA EL RETROCESO DE LOS DERECHOS


Conmemoramos este año el Día internacional de la mujer trabajadora, con el peor balance de los últimos tiempos. Nuestro país, que nos habíamos situado entre los primeros del mundo en cuanto avances normativos y políticas de sensibilización social, estamos sufriendo un claro retroceso.

Seis años de crisis económica han golpeado sobre todo a las mujeres. Los recortes sociales en educación, sanidad, atención a la dependencia, servicios sociales  o lucha contra la pobreza, tienen en las mujeres las principales perjudicadas. Vuelta atrás en los progresos de hacer compatible la vida familiar y laboral. Regreso a la necesidad de dedicarse las 24 horas del día a los cuidados a la infancia, a los enfermos, a los ancianos dependientes, en perjuicio de su vida laboral y social. Crecimiento de la pobreza infantil en hogares monomarentales.

En los centros de trabajo se ha frenado el todavía lento pero perceptible avance en igualdad de derechos laborales y salariales. La precarización del empleo, la extensión del trabajo temporal o a tiempo parcial, afecta de manera muy especial a las mujeres. Y tengámoslo muy presente: menos derechos laborales hoy, serán muchas peores pensiones de mañana.

El encarecimiento de los procesos educativos va a suponer un serio frenazo al incremento de la presencia de las mujeres en la educación universitaria y por tanto el futuro acceso a un empleo digno y de calidad. El deterioro de la sanidad publica, perjudica a las mujeres mayores, que aunque viven mas que los hombres, tienen peor salud.

Los gravísimos recortes en prevención de la violencia de genero y en la atención a las mujeres victimas, se traducirá, mas bien antes que después, en un paso atrás en los esfuerzos, limitados, pero evidentes, en generar un total rechazo social desde la adolescencia a la violencia contra las mujeres y en el estimulo a estas para denunciar las agresiones.

Y todo lo anterior se une la contrarreforma en la regulación de la interrupción del embarazo, alentada por la jerarquía episcopal, cuya última declaración de unos de sus miembros, comparando los abortos realizados con nuestra guerra civil, resulta abominable.

Lo más tremendo es que todo ello esta sucediendo en un momento en que por primera vez en la historia de España, muchas mujeres están accediendo a puestos de alta responsabilidad política. Tenemos una vicepresidenta del gobierno, que discreparemos de ella profundamente pero no es una persona incompetente; las ministerios de Empleo y Sanidad están desempeñados por Ministras, el de Empleo por primera vez en la historia de nuestro país; algunas de las principales alcaldías de España y varias Comunidades Autónomas las gobiernan mujeres; la presidencia del PP en el país Vasco la ostenta una mujer, que ha dado muestras de evidente preparación política, la  Secretaria General del partido del gobierno la desempeña una mujer….etc. En otras palabras, la derecha ha ido por delante de la izquierda en la efectiva promoción política de las mujeres.

Nunca las mujeres españolas habían tenido tanta presencia en las instituciones políticas. Y a pesar de ello asistimos a esa creciente involución en los derechos de la mujer. Lo que en definitiva  demuestra que para asumir las políticas de genero no es suficiente con ser mujer, hay que tener, además,  una ideología progresista y feminista.

Hoy, 8 de marzo, tenemos que salir una vez más a la calle. E insistir, 35 años después de la aprobación de nuestra Constitución, que sin igualdad de derechos entre hombres y mujeres no hay democracia digna de tal consideración.


miércoles, 5 de marzo de 2014

CHRISTINE LAGARDE NOS QUIERE GOBERNAR, AUN MAS


En los años 30 del siglo XIX se hizo muy popular en España una canción que empezaba con el estribillo “María Cristina me quiere gobernar”. Hacía referencia a la actitud dominante de la reina María Cristina Borbón Dos-Sicilias, viuda del nefasto Rey Fernando VII, al que éste en su testamento había dejado como regente hasta que la hija de ambos, la futura y no menos nefasta Isabel II, tuviera edad de gobernar.

Pues bien, Rajoy y con él todo el Consejo de Ministros, seguramente están acordándose de esta canción, a la vista de la actitud de Christine Lagarde, directora gerente del FMI.

La abultada trayectoria de errores cometidos por el FMI a lo largo de su historia y muy en especial en los años de esta crisis, no parece desanimar a sus directivos y a su cabeza a Madame Lagarde. Sigue machacándonos a los españoles con su obsesión de más reformas laborales, a lo que añade ahora la petición de un incremento de los impuestos indirectos.

Con mas del 25% de la población en paro, con una práctica de buena parte de las empresas que reiteradamente se caracteriza por utilizar la legislación laboral para despedir, abaratar condiciones de trabajo, precarizar los contratos o enterrar la negociación colectiva, pedir mas de lo mismo, resulta realmente indecente.

Desde la primera reforma del Estatuto de los Trabajadores en los años 80, a poco de haberse aprobado, hasta la ultima reforma de Rajoy de hace apenas dos años, la historia ha evidenciado que las reformas laborales no sirven para crear nuevo empleo neto sino para reducirlo o en el mejor de los casos empeorar las condiciones del trabajo existente.

Por lo general las reformas laborales en épocas de crisis pretenden manipular el clima de preocupación social que se genera, aprovechándolo para  recortar los avances que a través de la negociación colectiva consiguen los sindicatos en los periodos de crecimiento económico. Los empresarios crean empleo neto cuando tienen razonables perspectivas de reactivación de la actividad económica, cuando consideran que van a vender y exportar mas, que van a ver reducidos sus stocks. Por eso, por mucho que se reforme el mercado laboral o se rebajen las cotizaciones patronales a la Seguridad Social como acaba de hacer Rajoy, el empresario, si no ve expectativas de negocio, no contrata, todo lo mas sustituye empleo indefinido por temporal, empleo a tiempo completo por a tiempo parcial, trabajadores mayores con más altos costes salariales por trabajadores más jóvenes y con salarios más bajos.

Esto es algo plenamente sabido por cualquiera que conozca la realidad del mercado de trabajo de nuestro país y estoy seguro que Christine Lagarde lo sabe.

Como también debería saber que el incremento de la imposición indirecta, es decir fundamentalmente el IVA, a quien más perjudica es a las clases trabajadoras y a buena parte de las clases medias. Tiene efectos negativos en el consumo, ya que tras seis años de crisis, deterioro o perdida de los ingresos salariales, congelación de las pensiones, recorte de las prestaciones de desempleo, desvalorización de las propiedades inmobiliarias y de los activos en Bolsa, mucha gente se ha quedado sin ahorros, lo que ha reducido sustancialmente su nivel de consumo. Si ahora se incrementa el IVA, habrá aun menos consumo y si hay menos consumo, inevitablemente habrá menos actividad económica, menos empleo y las posibilidades de crecimiento económico o desaparecen o se ralentizan aun más.

Christine Lagarde defiende que en España hay que seguir reduciendo el déficit y que por tanto no es el momento de hacer alegres rebajas fiscales, como parece ser esta preparando el gobierno para salir airoso en las próximas convocatorias electorales. En eso tienen razón la directora del FMI: en España no se debe bajar la presión fiscal. Pero la vía que propone Lagarde es un nuevo error de apreciación del FMI. Hubiera sido más adecuado proponer un incremento de la base tributaria, combatiendo eficazmente el fraude fiscal, la ingeniería fiscal, la tupida red de exenciones y bonificaciones fiscales e incrementando de manera paulatina y selectiva el impuesto de sociedades, además de recuperar el impuesto de sucesiones y de patrimonio. Claro que esta política fiscal nunca le ha gustado al FMI, que tradicionalmente ha defendido los intereses de las minorías dominantes, sea quien sea la persona que haya estado al frente de este organismo.

Así que Christine no te queremos hacer caso, porque lo que propones para España es injusto y encima no sirve para salir de la crisis. Otra cosa es lo que haga Rajoy.    

¿Os imagináis al Consejo de Ministros entonando la vieja canción, con algunos cambios para la ocasión?

“Christine Lagarde nos quiere gobernar
y nosotros le seguimos, le seguimos la corriente
pero no queremos que diga la gente
que Christine Lagarde nos quiere gobernar”